El gobierno de Venezuela manifestó este miércoles su rechazo por el "nuevo intento intervencionista" de EE.UU., que pretende dar legitimidad al "grupo criminal transnacional" que encabeza el exdiputado opositor Juan Guaidó.
A través de un comunicado, la Cancillería venezolana aseveró que el Departamento de Estado de EE.UU. ha reconocido a unas "supuestas autoridades" en Venezuela, que no están legalmente constituidas, "en clara violación al derecho internacional, a la Constitución y al orden democrático" establecido en el país.
"El Departamento de Estado pretende legitimar con un comunicado el funcionamiento de un grupo criminal transnacional ya tristemente célebre por su papel en el robo y despilfarro de los recursos de todos los venezolanos y venezolanas que se encuentran secuestrados en el exterior por causa de las medidas coercitivas unilaterales e ilegales dictadas desde Washington", dice parte del texto.
En el comunicado, publicado en Twitter por el canciller Félix Plasencia, también se advierte que la nueva acción de EE.UU. "forma parte de una política fracasada y reincidente", que "de manera criminal afecta la soberanía del país y busca poner en riesgo su paz, su estabilidad y su desarrollo".
"Es lamentable que al nuevo gobierno de EE.UU. le siga faltando el valor de intentar sostener una relación diplomática, de diálogo con respeto con el Gobierno Constitucional de Venezuela", agrega.
Caracas también estima que el gobierno de Joe Biden "lejos de superar la política hostil de su predecesor", Donald Trump, ha decidido continuar "su persecución financiera, diplomática, económica y política" contra los venezolanos.
"Es tiempo de que el gobierno estadounidense abandone sus amenazas y rectifique su posición, como ya lo han hecho varios de los actores internacionales que en algún momento cedieron ante la presión o el engaño de EE.UU. para desconocer al gobierno venezolano", añade el comunicado oficial.
En la víspera, el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, dijo a la prensa que la administración de Biden continuaba reconociendo a Guaidó como "presidente interino" del país suramericano, un cargo inventado en enero de 2019 para intentar instaurar una especie de Estado paralelo en Venezuela, que con el apoyo de Washington y otros gobiernos, les ha permitido manejar y controlar miles de millones de dólares del Estado en el extranjero.