Los disturbios en la ciudad de Almatý, la más grande de Kazajistán, han dejado hasta el momento 13 muertos entre las fuerzas de seguridad kazajas. Dos de las víctimas fueron decapitadas, confirmaron a RIA Novosti en la intendencia militar de la ciudad.
La mutilación de los cuerpos es "una prueba directa del carácter terrorista y extremista de los grupos armados que atacaron Almatý", subrayaron las autoridades.
Previamente, el canal local Khabar 24 reportó, citando datos de la intendencia militar, que 12 efectivos habían perdido la vida en la ciudad durante las tareas de dispersión de las protestas, mientras que otros 353 habían resultado heridos. Según el recuento policial, la noche del 5 al 6 de enero también murieron decenas de manifestantes.
Actualmente en Almatý se desarrolla una "operación antiterrorista".