El secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, ha asegurado este viernes que la OTAN jamás ha ofrecido no expandirse en dirección de las fronteras de Rusia. Sin embargo, la reaparición de una serie de documentos desclasificados sugieren lo contrario.
"La OTAN nunca prometió no admitir nuevos miembros", dijo el alto diplomático estadounidense a los periodistas durante una rueda de prensa, comentando sobre las propuestas de Moscú al bloque en cuanto a las garantías de seguridad, antes de las próximas reuniones entre la OTAN y Rusia al respecto.
Subrayando que la "política de puertas abiertas" es una disposición fundamental del Tratado del Atlántico Norte de 1949, Blinken señaló que tanto Mijaíl Gorbachov —el líder soviético que habría recibido las garantías de no expansión de los líderes occidentales— como el exsecretario de Estado estadounidense James Baker, que las habría proporcionado, entre otros, negaron que algo así hubiera ocurrido.
Asimismo, indicó que Moscú había reconocido el derecho de cada nación a elegir su propio camino en el ámbito de seguridad al adherirse a la Carta sobre la Seguridad Europea en 1999.
Declaraciones semejantes llegaron del secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, el mes pasado, luego de que Rusia entregara sus proyectos de acuerdos con la alianza y EE.UU. que pondrían freno al avance del bloque hacia el espacio postsoviético.
Sin embargo, a partir de un conjunto de documentos desclasificados en 2017, se desprende que tanto Blinken como Stoltenberg están equivocados.
Decenas de registros analizados por los investigadores del Archivo Nacional de Seguridad de la Universidad George Washington, Svetlana Savránskaya y Tom Blanton, muestran que muchos dirigentes occidentales rechazaban la idea del "ingreso de Europa Central y Oriental en la OTAN desde principios de 1990 y en 1991" y que las "quejas" rusas sobre sus posteriores expansiones estaban escritos "en múltiples memorandos de conversación entre los soviéticos y los interlocutores occidentales del más alto nivel"
En reiteradas ocasiones, los líderes rusos afirmaron que la OTAN había incumplido sus promesas ante la URSS devorando Europea central y poniendo miras en el espacio postsoviético.
La reunión del Consejo OTAN-Rusia, prevista para el próximo 12 de enero, se llevará a cabo en medio de los temores de Occidente a una invasión militar rusa de Ucrania que, supuestamente, estaría sopesando el Kremlin. Por su parte, Moscú rechaza todas acusaciones y acusa al bloque de militarizar al país vecino.