La Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO, o ECOWAS en inglés) anunció a finales de la semana pasada nuevas sanciones contra Mali, donde el Gobierno interino decidió postergar por varios años las elecciones prometidas tras un golpe de Estado que tuvo lugar en 2020.
Los presidentes y otros altos representantes de los países miembros de la organización se reunieron el 9 de enero y decidieron cerrar sus fronteras terrestres y aéreas con Mali, suspender la ayuda financiera y todas las transacciones comerciales y financieras con esa nación –excepto las esenciales, que están relacionadas con alimentos, medicinas, petróleo y electricidad–, así como congelar los activos de las autoridades malienses en los bancos de la CEDEAO. Al mismo tiempo, anunciaron que convocarán para consultas a sus embajadores de Bamako.
Los miembros de esa comunidad económica explicaron que adoptaron tales medidas después que las autoridades de Mali establecieran una nueva fecha límite para las elecciones presidenciales, que debían celebrarse en febrero de 2022, para situarlas en 2026.
La organización destacó en un comunicado que califica de "totalmente inaceptable" la fecha propuesta, y sostuvo que eso "simplemente significa que el ilegitimo Gobierno militar de transición retendrá al pueblo maliense como rehén durante los próximos cinco años".
Las medidas solo serán canceladas, gradualmente, cuando "finalice un aceptable plazo de elecciones y se hagan progresos para implementarlo", indica el documento.
La postura del Gobierno interino de Mali
Entre tanto, las autoridades interinas de Mali sostuvieron que las elecciones no pueden celebrarse en el plazo establecido previamente debido a un empeoramiento de las condiciones de seguridad en el país. Además, destacaron la necesidad de crear una nueva Constitución y someterla a referéndum antes de que se celebren los comicios presidenciales.
El presidente interino de Mali, Assimi Goita, declaró este lunes que las sanciones anunciadas por la CEDEAO tienen un "carácter ilegítimo, ilegal e inhumano", aunque hizo hincapié en que su Gobierno "permanece abierto a un diálogo" con la organización. "Nuestro compromiso para el regreso a un orden constitucional normal, pacífico y seguro, nunca ha flaqueado. Pedimos a la CEDEAO hacer una vez más un análisis profundo de nuestra situación, pensando en los intereses del pueblo de Mali, por encima de otras consideraciones", afirmó durante un discurso en la televisión estatal.
El líder interino dijo asimismo que "hay preocupación por las consecuencias" de las medidas adoptadas por esa entidad. "Les aseguro a todos que estamos tomando acciones para enfrentar este desafío", subrayó.
Assimi Goita, comandante de las fuerzas especiales del país, fue una de las figuras determinantes en el derrocamiento del entonces presidente Boubacar Ibrahim Keita, en 2020. El golpe de Estado dio comienzo a un período de transición, durante el cual se produjo un nuevo cambio en las alturas del poder. En mayo de 2021, Goita encabezó otro golpe de Estado que puso el poder en sus manos.
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