El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha comentado este miércoles la reunión del Consejo Rusia-OTAN sobre las garantías de seguridad.
Afirmando que era una discusión "no fácil", Stoltenberg indicó que entre el bloque transatlántico y Moscú "hay diferencias significativas" acerca de las cuestiones de la situación en Ucrania y la seguridad en Europa que "no serán fáciles de superar".
"Pero es una señal positiva que todos los aliados de la OTAN y Rusia se sentaron en la misma mesa y trabajaron en un tema sustancial", continuó el secretario general de la alianza.
La OTAN reafirma la política de puertas abiertas
Al mismo tiempo, Stoltenberg informó que la OTAN rechazó las propuestas rusas sobre la no expansión y no militarización de sus miembros recientes.
"Los aliados, por su parte, reafirmaron la política de puertas abiertas de la OTAN y el derecho de cada nación de elegir sus propios mecanismos de seguridad. Los aliados dejaron claro que no renunciarán a su capacidad de protegerse y defenderse uno a otro", aseveró.
Reanudar el diálogo
"Al mismo tiempo, tanto Rusia como los aliados de la OTAN expresaron la necesidad de reanudar el diálogo. [...] Los aliados de la OTAN están dispuestos a reunirse de nuevo con Rusia para mantener conversaciones más detalladas, poner propuestas concretas sobre la mesa y buscar resultados constructivos", afirmó Stoltenberg, destacando entre tales cuestiones una mayor transparencia en los ejercicios militares, así como el desarme y las negociaciones sobre el control de las armas nucleares.
Tras mencionar el restablecimiento de las estructuras y sedes representativas correspondientes en Moscú y Bruselas en el marco del Consejo Rusia-OTAN, Stoltenberg indicó que los aliados "expresaron serias preocupaciones acerca del fortalecimiento militar ruso en y alrededor de Ucrania e instaron a Rusia a que desescale la situación" en el país vecino. Asimismo, dijo que los países miembros del bloque han acusado a Rusia de mostrar "una postura de fuerza agresiva hacia ellos", señalando que "todo eso significa que nuestro diálogo es difícil, pero aún más necesario".
La reunión de hoy constituye la segunda etapa de un plan de negociaciones tripartitas entre Moscú y Occidente para abordar asuntos de seguridad. La postura de Rusia quedó plasmada el lunes luego del diálogo con la delegación estadounidense en Ginebra. Entonces, el viceministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Riabkov, resumió así los temas principales de la conversaciones: "Explicamos por qué es un imperativo absoluto obtener garantías legales de la no expansión de la OTAN, por qué es imperativo que obtengamos garantías legales contra el despliegue cerca de las fronteras rusas de las fuerzas de ataque que podrían alcanzar objetivos en nuestro territorio, y por qué planteamos la cuestión de que la OTAN abandone en gran medida el desarrollo material de los territorios de los Estados que ingresaron en la OTAN después de 1997".
Por su parte, la subsecretaria de Estado, Wendy Sherman, que presidió la delegación estadounidense, señaló: "Somos firmes en rechazar las propuestas de seguridad que simplemente son algo inaceptable para Estados Unidos. No permitiremos que nadie termine la política de puertas abiertas de la OTAN".
Al conversar sobre este asunto con RT, el analista internacional Alberto García Watson sostuvo que las exigencias de la OTAN sobre los ejercicios que realiza Rusia en su propio territorio son inadmisibles, ya que la amenaza de una invasión militar proviene en primer lugar de la propia alianza.