Una estadounidense de 74 años de la ciudad de Nashville (Tennessee) que pasó 27 años en prisión por el caso de una niña violada y asesinada fue exonerada esta semana por la corte criminal del condado de Davidson, recogen medios locales.
Los hechos ocurrieron el 26 de junio de 1987 cuando Joyce Watkins, la convicta, y su pareja de entonces, Charlie Dunn, viajaron a Kentucky para buscar a Brandi, la sobrina nieta de Watkins, de cuatro años, quien pasó dos meses en la casa de otra pariente en ese estado.
Aproximadamente una hora y media después, ya de regreso en Nashville, la pareja notó sangre en la ropa interior de la pequeña y moretones en su cuerpo. Al día siguiente encontraron a la pequeña inconsciente y la llevaron al hospital, donde esta falleció.
Un análisis forense indicó que la menor sufrió los traumas durante el periodo de nueve horas que pasó bajo el cuidado de Watkins y Dunn. En agosto de 1988 ambos fueron sentenciados por homicidio y violación agravados.
La pareja siempre mantuvo su inocencia y varias décadas después logró, con ayuda de la ONG Tennessee Innocence Project, que su caso fuera revisado. De esta manera, una nueva investigación reveló que en el peritaje original se utilizó un método incorrecto para datar el traumatismo craneal que había sufrido la menor.
Como resultado, en 2015 se dictó la libertad condicional para Watkins y Dunn. Sin embargo, este último murió en prisión poco antes de que la medida entrara en vigor.
Finalmente, en noviembre del 2021 la Unidad de Revisación de Condenas presentó el informe oficial que solicitó anular todos los cargos contra la pareja por falta de pruebas y ahora, finalmente, la corte les revocó las penas.
Al escuchar la decisión, Watkins expresó que la de ella "fue una larga lucha" y agradeció a sus asesores legales y a todos los que rezaron por ella para ayudarle a superar "este lío que costó la mitad de una vida para nada".
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