Un pingüino con el cuerpo cubierto de petróleo llega exhausto a una playa en Perú. Esta es una de las desoladoras imágenes que ha dejado el desastre ocurrido por el derrame de petróleo que ha afectado a playas, áreas protegidas y a la fauna marina en este país.
"Un gravísimo atentado contra nuestras playas, el ecosistema", aseguraba Pedro Spadaro, alcalde de Ventanilla, en la provincia peruana de Callao.
La erupción volcánica submarina cerca del archipiélago de Tonga provocó que el pasado sábado altas mareas alterasen el proceso de descarga de crudo del buque Mare Dorium a la refinería La Pampilla, subsidiaria de la multinacional Repsol.
Spadaro culpa de la tragedia a la petrolera española. "Ni siquiera hemos recibido una llamada de la empresa Repsol, a quien por supuesto hacemos responsable de todo este daño. Ni siquiera para pedir las disculpas del caso y es una ridiculez que envíen a 15 personas con recogedores", comentó el alcalde.
El Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp) informó que el vertido de petróleo ha afectado a la Reserva Nacional Sistema de Islas, Islotes y Puntas Guaneras y a la zona reservada de Ancón, balneario del norte de Lima.
Por su parte, la presidenta del Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA), Miriam Alegría, informó que el crudo afectó a unos 18.000 metros cuadrados de playas.
"Hicimos tomas de muestras de agua de mar y de suelo y sobrevolamos con drones la zona afectada, hemos podido determinar 18.000 metros cuadrados, como producto del oleaje el hidrocarburo se ha ido movilizando y ha afectado otros lugares", explicó.
Alegría dijo que "se ha dictado una medida concreta para que se pueda hacer un proceso de limpieza".
Acciones urgentes
Tras una reunión con representantes de Repsol, el ministro de Medio Ambiente, Rubén Ramírez, añadió que hubo un derrame de unos 6.000 barriles de petróleo y que se ha pedido a la empresa a que cumpla "con el procedimiento de contingencia y lo haga a la brevedad posible".
"Es imperativo que la empresa cumpla con las medidas de contención y recuperación de los hidrocarburos derramados para evitar su expansión en el mar, así como ejecutar las urgentes medidas de limpieza de las zonas afectadas", indicó en un comunicado el Ministerio de Medio Ambiente.
Asimismo, agregó que "la Procuraduría Pública del Ministerio del Ambiente, iniciará acciones civiles indemnizatorias contra los responsables del derrame de hidrocarburos en la zona costera de Ventanilla". La multa que podría recibir la subsidiaria de Repsol ascendería a 180 millones de soles, unos 34 millones de dólares.
Por su parte, la Fiscalía Especializada en Materia Ambiental (FEMA) de Lima Noroeste informó que se había abierto una investigación por el presunto delito de contaminación ambiental contra "los representantes legales, funcionarios de la refinería La Pampilla S. A., administrada por el Grupo Repsol del Perú S.A.C., y los que resulten responsables, por afectar el litoral con el derrame de petróleo crudo".
El fiscal Ariel Tapia Gómez constató que el derrame afectó a los distritos de Ventanilla, Santa Rosa y Ancón y provocó "la contaminación marítima y la muerte de especies hidrobiológicas y aves".
La refinería La Pampilla aseguró que "desde el inicio del incidente está ejecutando las labores de remediación del litoral costero, y limpieza de playas". Asimismo, añadió que "se han desplegado más de 1.500 metros de barreras de contención que cubren todas las zonas afectadas" y que "seis lanchas con brigadas de 50 personas" trabajan en la recuperación de hidrocarburo".
Mientras, un grupo de pescadores protestó el martes frente a la refinería. "Repsol asesino de la fauna marina", se leía en uno de los carteles que enarbolaban.
Oceana, una organización internacional dedicada a proteger los océanos, pidió a los habitantes de la zona que se se mantengan vigilantes "patrullando y supervisando el litoral en sus distritos para reportar aves y mamíferos afectados que necesiten rescate y atención".
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