La empresa multinacional Repsol negó este miércoles tener responsabilidad en el derrame de petróleo que se produjo el sábado en Ventanilla, en la provincia peruana del Callao, y que provocó graves daños ambientales en el mar y las playas de la zona.
El vertido dejó una mancha de petróleo de al menos 18.000 metros cuadrados, que afecta áreas protegidas, flora y fauna marina, informó este miércoles el Ministerio del Ambiente.
En diálogo con radio RPP, la gerente de comunicaciones de Repsol, empresa propietaria de la refinería La Pampilla, donde se registró el derrame, se pronunció al respecto y desligó a la firma de toda responsabilidad: "No. Nosotros no ocasionamos el desastre ecológico y no puedo decir quién es el responsable", señaló Tine Van Den Wall Bake.
La representante vinculó los hechos a un "oleaje anómalo" que complicó las tareas de descarga del crudo desde el buque Mare Dorium a la refinería.
Según la entrevistada, tras la erupción del volcán en Tonga, en el océano Pacifico, se comunicaron con la Marina de Guerra para descartar que la actividad volcánica generase alerta de tsunami.
"Nosotros hacemos la consulta a la Unidad de la Marina de Tráfico Marítimo, para ver si había alerta, y nos confirman que no la había para el litoral y que podíamos proseguir con la carga", aseguró.
Siempre según la versión de la compañía multinacional, así fue cómo, al registrarse un aumento en la intensidad de las olas, "se paralizó la descarga y se aplicó el plan de contingencia".
Además, ya sobre la medianoche, se pidió a los buzos sacar barriles y se avisó tanto al Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) como al Organismo Supervisor de la Inversión en Energía y Minería (Osinermin) sobre lo ocurrido.
Por lo pronto, la Fiscalía de Perú abrió el lunes una investigación por el presunto delito de contaminación ambiental, contra los representantes legales y directivos de la refinería.
Por otra parte, la cartera del Ambiente dio a Repsol un plazo de 10 días para limpiar las zonas afectadas por el derrame de petróleo, lo que abarca las playas de Ventanilla, Ancón y Santa Rosa; más las de Bahía Blanca, Costa Azul y Cavero, que presentan un daño mayor.