Djokovic planea demandar al Gobierno australiano por 4,3 millones de dólares por el "maltrato" sufrido durante su cuarentena en Melbourne
El tenista serbio Novak Djokovic planea interponer una demanda de 4,3 millones de dólares contra el Gobierno de Australia por la cancelación de su visa y el "maltrato" recibido durante su estancia en el hotel de detención de inmigrantes en la ciudad de Melbourne, recoge The Sun.
Según medios australianos, el deportista sostiene que, a pesar de contar con una exención de visado, fue deportado a su país de origen antes del inicio del Abierto de Australia 2022, donde aspiraba a defender su título de campeón y convertirse en el primer tenista de la historia en sumar 21 Grand Slams.
Djokovic fue condenado a pagar las costas judiciales de su contencioso con el Gobierno australiano tras la situación creada por su oposición a vacunarse contra el covid-19, y se enfrenta a una posible prohibición de entrada al país oceánico durante tres años.
La suma demandada de 4,3 millones equivale al premio que el deportista esperaba ganar durante el torneo, detallaron fuentes conocedoras del asunto.
El 14 de enero, el visado de Djokovic fue cancelado por segunda vez desde que llegó a Australia la semana anterior. En la primera ocasión, las autoridades alegaron que el tenista "no había presentado las pruebas apropiadas para cumplir los requisitos de entrada" en el país y lo recluyó en un hotel de detención de inmigrantes.
"Es un hecho conocido que Novak y su familia creen que no le atendieron bien en el hotel de cuarentena en Melbourne", señaló una fuente cercana al agente de Djokovic, Edoardo Artladi. "Su madre reveló que estaba lleno de pulgas y gusanos. Le trataron prácticamente como a un prisionero", agregó.
"Fue sometido a un trato humillante. Debería demandar", defendió el abogado del tenista, Toma Fila.
Djokovic abandonó Australia el pasado domingo luego de que el Tribunal Federal del país emitiera su dictamen final, que volvió a cancelar el visado del deportista. Actualmente, se encuentra en la capital de Serbia, Belgrado, donde fue recibido por una multitud de seguidores.