El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, concedió este viernes una entrevista a medios rusos para abordar los temas relacionados con la política exterior que actualmente están sobre la mesa.
El jefe de la diplomacia rusa mantuvo una conversación con 4 emisoras de radio: Sputnik, Ejo Moskvi, Komsomólskaya Pravda y Govorit Moskvá.
"No queremos la guerra"
Ante todo, el ministro subrayó que "si depende de Rusia, no habrá guerra". "No queremos la guerra, pero tampoco permitiremos que se ignoren nuestros intereses", declaró, agregando que no puede decir que las conversaciones con Occidente hayan terminado.
Más tarde, Lavrov reafirmó que si depende de Moscú "no habrá guerra", sin embargo, no descartó que "alguien quiera provocar una acción militar". "El régimen de Kiev no controla un gran número de tropas (según Occidente, unas 100.000 en la línea de contacto, creo), y el régimen de Kiev no controla a una gran parte de estas personas armadas. Una parte importante de las unidades presentes allí son antiguos batallones de voluntarios, actuales batallones de defensa territorial, unidades de resistencia popular. […] Ya se les están dando sistemas antiaéreos y se les anima a llevar rifles de caza, porque no hay suficientes sistemas antiaéreos para todos: es simplemente una psicosis militarista", detalló.
De acuerdo con el jefe de la diplomacia rusa, Estados Unidos está utilizando al presidente ucraniano, Vladímir Zelenski, para aumentar las tensiones en torno a Rusia. "Zelenski y su régimen son utilizados, en primer lugar, por EE.UU., para aumentar las tensiones atrayendo a sus 'cosacos' en Europa, que les siguen el juego en sus esfuerzos rusófobos", afirmó.
Subrayó que "el principal objetivo de Washington en este caso no es en absoluto el destino de Ucrania: para ellos es importante escalar las tensiones en torno a la Federación Rusa para cerrar el tema y luego tratar con China, como escriben los propios analistas políticos estadounidenses". "Cómo quieren 'cerrarlo', no me lo puedo imaginar. Si queda algún tecnólogo político razonable, debe entender que este es un camino a ninguna parte", añadió.
"Hemos recibido respuestas al estilo occidental"
"Hemos recibido respuestas al estilo occidental, que son turbias", agregó, comentando las respuestas recibidas este miércoles de la OTAN y EE.UU. a las propuestas rusas de las garantías de seguridad.
"En el contexto del documento de la OTAN, la respuesta de EE.UU. es casi un dechado de decencia diplomática, la respuesta de la OTAN está tan ideologizada, 'respira' tanto la singularidad de la Alianza Atlántica, su especial misión, que me avergoncé un poco de los que escribieron los textos", señaló.
Además, apuntó que Rusia ya está trabajando en un estudio interdepartamental sobre la respuesta de Washington y la OTAN a las propuestas de Moscú, recordando las declaraciones del presidente ruso, Vladímir Putin, quien afirmó que, si fracasan los intentos de Rusia por acordar unos principios de seguridad en Europa, mutuamente aceptables, Moscú tomará medidas de respuesta, que pueden ser muy variadas, y la decisión se tomará sobre la base de propuestas militares.
"Naturalmente, otros organismos también participarán en la preparación de estas propuestas. Al menos ahora hay un estudio interdepartamental de las respuestas que hemos recibido de EE.UU. y la OTAN. Casi todo el mundo conoce ya su contenido", dijo.
"No podremos aceptar excusas sobre la indivisibilidad de la seguridad"
Lavrov destacó que Moscú necesita una respuesta clara de Occidente sobre las garantías de la seguridad y no excusas. "Insisto una vez más: la respuesta que recibimos, la estamos estudiando ahora. Ya hemos expuesto las primeras evaluaciones. No puede satisfacernos en absoluto en la cuestión principal: ¿por qué Occidente no cumple sus compromisos sobre la indivisibilidad de la seguridad e ignora nuestros intereses, aunque estén muy abierta y claramente expuestos?", afirmó.
"Nos concentraremos en obtener explicaciones. Y no podremos aceptar excusas sobre la indivisibilidad de la seguridad", subrayó.
Asimismo, el ministro aseguró que las propuestas de seguridad, que fueron presentadas en diciembre por Rusia a EE.UU. y a la OTAN, no son inalcanzables. "Solo pueden ser inalcanzables si el experto que las evalúa asume que 'Bueno, los estadounidenses ya han tomado todo lo que les rodea, ¿por qué hacen más alboroto y se ponen nerviosos aquí? Aguanten con lo que tienen y manténganselo al mínimo'", apuntó, añadiendo que Rusia quiere que Occidente "trabaje honestamente" con Moscú.
Las propuestas de Rusia de las garantías de seguridad no son un ultimátum, pero Moscú no permitirá que los países occidentales eludan sus compromisos de seguridad de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), señaló.
Occidente "saca" solo lo que quiere de las disposiciones de la OSCE
Al mismo tiempo, Lavrov declaró que Occidente "saca" solo lo que quiere de las disposiciones de la OSCE sobre la indivisibilidad de la seguridad. Detalló que en el 2010 en Astaná (ahora Nursultán, Kazajistán), y antes, en 1999, en Estambul (Turquía), "todos los presidentes y primeros ministros de los países de la OSCE firmaron un paquete que contenía principios interrelacionados para la indivisibilidad de la seguridad".
"Occidente 'saca' solo un eslogan de este paquete: 'Cada país tiene derecho a elegir sus aliados, a elegir alianzas militares'", subrayó, agregando que en estas palabras "está la condición y la obligación de cada país, a la que se han apuntado los occidentales: no reforzar su seguridad a costa de la de los demás".
El ministro de Asuntos Exteriores reveló que Moscú tiene la intención de enviar este viernes a los países occidentales una petición sobre el cumplimiento de sus compromisos en la organización. "Hoy envío una petición oficial a todos mis colegas con un llamamiento directo para que expliquen formalmente cómo van a aplicar en las actuales condiciones históricas los compromisos que sus países han firmado al más alto nivel", dijo.
Nuevas sanciones contra Moscú "equivaldrán a la ruptura de las relaciones"
Respondiendo a una pregunta sobre la posible introducción de nuevas sanciones contra Moscú, por parte de EE.UU., incluyendo sanciones personales contra los dirigentes rusos, Lavrov subrayó que esta medida equivaldría a una ruptura de las relaciones entre ambos países.
"En cuanto a las amenazas de imponer sanciones, se les ha dicho a los estadounidenses, incluso en los contactos entre los presidentes, que ese paquete [...] bien acompañado de un bloqueo completo de los sistemas financieros y económicos controlados por Occidente [para Rusia], equivaldrá a la ruptura de las relaciones. Eso se dijo sin rodeos, y creo que ellos lo entienden", declaró.
"Proponemos anular todo lo que ha sucedido"
Refiriéndose a las dificultades en el trabajo de las misiones diplomáticas de Rusia y Estados Unidos, el ministro reveló que Moscú había propuesto a Washington "anular" todas las cuestiones controvertidas relativas a la propiedad diplomática y al número del personal diplomático. Según el ministro, el tema se discutió durante una reunión con el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, que se celebró este mes en Ginebra.
"Proponemos anular todo lo que ha sucedido –empezando por la fea y mezquina jugada del premio Nobel [Barack] Obama– para cancelar todo lo que empezó con eso y lo que le siguió. […] Ahora hay una negociación directa por parte de los estadounidenses", señaló, agregando que "debería haber otra reunión en las próximas 2 semanas".
Durante la jornada anterior, Lavrov celebró una rueda de prensa, en la que declaró que la respuesta de EE.UU. a las propuestas de seguridad formuladas por Moscú no contiene una "reacción positiva" a la cuestión principal: la no expansión de la OTAN hacia el este y el no despliegue por parte de la Alianza de armas de ataque que puedan amenazar a Rusia. El ministro recalcó que el presidente ruso, Vladímir Putin, va a tomar la decisión sobre los futuros pasos de Rusia respecto a las respuestas de EE.UU. y la OTAN.
Sus comentarios llegaron después de que este miércoles el embajador de EE.UU. en Rusia presentara por escrito a la Cancillería rusa la respuesta de Washington a las propuestas de Moscú.