El Gobierno mexicano envió una nota verbal a la Cancillería francesa en la que le expresó su rechazo por la venta de objetos del patrimonio histórico y cultural del país latinoamericano en una casa de subastas de París.
"México reitera su rechazo a la venta en el extranjero de objetos culturales prehispánicos mexicanos, que bajo la legislación vigente en nuestro país son propiedad de la nación", expresó la embajadora mexicana en Francia, Blanca Jiménez Cisneros.
Esta semana, la Cancillería mexicana expresó su enérgica condena por la venta que la casa Millon tenía programada para este viernes, en la que se subastaron 30 piezas arqueológicas provenientes de México que, según el Gobierno del país latinoamericano, serían "propiedad de la nación".
"Hemos sostenido que la compra y venta de material arqueológico no solo representa una clara violación a las leyes mexicanas, sino que además constituye una grave ofensa para la cultura de nuestro país y la conservación de su legado", apuntó la embajadora.
Por ello, el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador envió una nota verbal a la Cancillería francesa para expresar su "gran preocupación" ante el comercio de objetos de su patrimonio nacional. "En la misiva subrayamos que la comercialización de piezas arqueológicas fomenta la delincuencia transnacional y fomenta el pillaje de bienes culturales", agregó Jiménez Cisneros.
Combatir el tráfico de piezas
México considera que las casas subastadoras son "actores clave" a la hora de luchar contra el tráfico ilegal de bienes culturales, debido a que estas instituciones "son quienes, al final del eslabón, otorgan legitimidad a piezas extraídas ilícitamente", según explicó la embajadora en Francia.
Con la ayuda de autoridades extranjeras, el Gobierno mexicano ha repatriado 5.744 piezas consideradas como patrimonio nacional, principalmente de países como Alemania, Canadá, EE.UU. y Francia.