El Ministerio Público de Perú ratificó este lunes que la empresaria Karelim López realizó dos depósitos por la suma de 3.400 dólares al partido Fuerza Popular, durante la campaña de la entonces candidata a presidenta Keiko Fujimori, investigada por presunto lavado de activos en el marco del caso 'Cócteles'.
El dinero fue transferido en mayo de 2016 para la compra de ocho tarjetas, como parte de la recaudación de fondos de los llamados 'cócteles' que organizaba Fujimori durante la campaña proselitista.
El dato fue corroborado por el fiscal José Domingo Pérez, quien acusa a Keiko Fujimori por el delito de lavado de dinero y recaudación ilegal para su carrera presidencial.
Asimismo, Pérez apuntó que Jaime Yoshiyama —exjefe de campaña de Fujimori— habría instruido a su sobrino Jorge Yoshiyama Sasaki, "para que el dinero recaudado por la presunta organización criminal fuera ocultado y transferido al sistema financiero para solventar la campaña presidencial de Keiko Fujimori en el 2016".
La investigación judicial conocida como el caso 'Cócteles' señala que la bancada Fuerza 2011 (actual Fuerza Popular) habría disfrazado dinero ilícito en forma de donaciones durante la campaña electoral de 2011 y 2016. Este ingreso habría sido entregado por la constructora brasileña Odebrecht (investigada por el caso Lava Jato) y destinado a las arcas del partido a través de pagos millonarios.
La acusación sostiene que Keiko Fujimori, quien disputó el balotaje y fue derrotada por el actual presidente Pedro Castillo, ha constituido una organización criminal en el interior del partido, con el fin de alcanzar el poder político y, por consecuencia, tener influencia en los poderes Legislativo y Judicial.
La figura de Karelim López también empaña al actual oficialismo. Una investigación que se inició en noviembre aborda una visita de la empresaria al Palacio de Gobierno, luego de la cual se otorgó una licitación a una de las empresas que ella asesoraba.
El escándalo creció cuando medios locales informaron que López también se habría encontrado con el presidente, Pedro Castillo, en un domicilio particular, aunque el mandatario ha negado las acusaciones y ha afirmado que no la conoce.