La Agencia Federal de Prisiones de EE.UU. (BOP, por sus siglas en inglés) ha ordenado el cierre de emergencia nacional de todas las prisiones bajo su administración, luego de que este lunes dos miembros de la red delictiva internacional Mara Salvatrucha (abreviada también como MS-13) fueran asesinados y otros dos resultaran heridos en un conflicto entre pandillas en una prisión en la ciudad de Beaumont (Texas).
La noticia sobre el altercado fue reportada por Associated Press que cita a dos informantes anónimos familiarizados con lo ocurrido. Tras el enfrentamiento se inició una investigación que sigue en curso.
La decisión afecta a más de 120 penitenciarías federales en todo el país y fue implementado por temores de posibles represalias y actos de violencia en otras instalaciones. La medida prevé que los encarcelados permanezcan en sus celdas la mayor parte del tiempo, mientras que las visitas están prohibidas.
El medio precisa que el aislamiento se empleó poco después de la renuncia del director de la agencia Michael Carvajal a principios de enero a raíz de críticas a su gestión y tras la publicación de casos de corrupción y otros problemas dentro de la entidad.
Este tipo de medidas de cierre se utilizan en raras ocasiones en las cárceles. Así, fue implementada en abril de 2020 en vista del drástico aumento de contagios por el covid-19 entre los convictos, así como tras el asalto al Capitolio de EE.UU. el 6 de enero de 2021 y antes de la investidura del actual presidente Joe Biden.
Pormenores de lo ocurrido en la prisión en Texas
Este lunes, los agentes del BOP respondieron a múltiples enfrentamientos entre los prisioneros de la prisión de Beaumont. Los reos Andrew Piñeda y Guillermo Riojas fueron declarados muertos tras ser trasladados a un hospital local junto con otros dos criminales que sobrevivieron.
Riojas cumplía una sentencia de 38 años por robo de coches e interferencia en el comercio entre los estados. Piñeda estaba en dicho centro penitenciario desde febrero pasado con una condena de más de seis años por crimen organizado.
Se detalla que ambos habían estado envueltos previamente en conflictos en otras prisiones. En concreto, Riojas estuvo implicado en dos casos de apuñalamiento en Pensilvania y Colorado, en 1996 y 2007 respectivamente. Mientras, Piñeda, miembro de la pandilla carcelaria conocida como la Mafia Mexicana, agredía a otros reos que faltaban al respeto a dicha banda en una prisión en el condado de Los Ángeles en 2015.