Un grupo de científicos de la Universidad del Sur de California que buscaba fuentes de agua subterránea en la península arábiga mediante imágenes satelitales, se llevó una sorpresa al descubrir bajo tierra los contornos de un asentamiento que parece tener más de 3.600 años de antigüedad, según un comunicado de la universidad.
Procesando los datos tomados por los satélites japoneses ALSO y ALSO-2, los investigadores planeaban mapear fuentes subterráneas para luego realizar estudios en el terreno, sin embargo, encontraron inesperadamente un área simétrica de dos por tres kilómetros de extensión en una zona de Catar.
El estudio sobre el descubrimiento, publicado en la revista ISPRS Journal of Photogrametry and Remote Sensing, contradice la teoría de que en la Edad del Bronce únicamente grupos nómadas habitaban la península arábiga.
Aunque el asentamiento no era visible desde el espacio utilizando solo imágenes satelitales visibles, mediante el equipo de radar satelital japonés fue posible distinguir una gran área rectangular subterránea. Los especialistas determinaron que tiene procedencia humana debido a su forma y composición del suelo, que contrasta marcadamente con las características geológicas circundantes.
El autor principal del estudio, Essam Heggy, describió el sitio como una "fortaleza natural rodeada de un terreno muy accidentado", que casi hace que el área sea inaccesible.
"Con esta área que tiene un promedio de temperaturas de unos 110 ºF [43,3 ºC] en los meses de verano, esto es como encontrar evidencia de un rancho muy verde en el medio del Valle de la Muerte, California, que data de hace miles de años", sostuvo Heggy.
Los científicos creen que este asentamiento debe haber existido durante un período prolongado debido al desarrollo de la agricultura y la dependencia de las aguas subterráneas, un factor que apunta a que la entonces civilización de esa área dominaba la ingeniería avanzada y podía aprovechar los recursos de agua subterránea excavando a través de la dura piedra caliza.