Dos masacres en menos de una semana han ocurrido en Colombia en un inicio de año particularmente violento en el que este tipo de hechos de sangre ya suman 15, según el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz), una ONG colombiana que monitorea el conflicto armado en el país suramericano.
En el primer mes de 2022, las masacres se duplicaron, si se comparan con las registradas en ese mismo lapso del año pasado. Hasta finales de enero, 39 personas fueron asesinadas en 13 hechos de esta naturaleza, mientras que en enero de 2021 hubo seis masacres en las que fueron ultimadas 21 personas.
Hasta ahora, las muertes violentas de este tipo se han registrado en diez departamentos del país suramericano y la mayor incidencia ha ocurrido en el Cauca (3), en el suroccidente; Putumayo (2), que tiene frontera con Perú y Ecuador, y el Norte de Santander (2), que colinda con Venezuela.
Dos masacres en una semana
Los dos masacres más recientes ocurrieron con un día de diferencia durante esta semana, precisamente en Putumayo y Norte de Santander. Ambos hechos suman seis personas muertas.
Según el registro de Indepaz, el pasado martes fueron asesinadas tres personas en la localidad de El Balsal, en el municipio putumayense de Puerto de Leguízamo, entre las que se encuentra el fiscal de la Junta de Acción Comunal, Efrén Ramos. Las primeras versiones indican que los cuerpos tienen señales de tortura y quemaduras.
La Defensoría del Pueblo, en su alerta 002-22, había advertido que en el Puerto Leguízamo la confrontación entre las disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y los llamados Comandos Bolivarianos de la Frontera, una alianza entre la extinta guerrilla y paramilitares, "ha derivado en el incremento de conductas vulneratorias en contra de la población civil".
La otra masacre ocurrió, según informó el senador Feliciano Valencia, en el corregimiento de Banco de Arena, una zona rural de Cúcuta, capital del Norte de Santander. Allí fueron asesinados, la madrugada del miércoles, tres hermanos identificados como Alfonso, Daniel y José Rueda Bello.
El comandante de la Policía Metropolitana de Cúcuta, Oscar Moreno, informó a Caracol Radio que las víctimas trabajaban en Tibú, un municipio del Norte de Santander, y que se encontraban investigando su actividad en la zona donde fueron asesinados.
Zonas con alto conflicto armado
Para comprender la recurrencia de las masacre en los departamentos de Cauca, Putumayo y Norte de Santander es preciso hacer un repaso de los grupos armados que operan en esas entidades del país suramericano.
Los focos de mayor conflictividad territorial se reparten en varios departamentos colombianos, entre los que están Cauca, Putumayo y Norte de Santander. En estas zonas se acumulan altas cifras de líderes sociales asesinados, masacres y desplazamientos masivos, producto de las disputas entre grupos armados y la escasa presencia del Estado, según un informe hecho por Indepaz en 2021.
En estas áreas existe un complejo entramado de grupos irregulares. En el Cauca se enfrentan por el control territorial y del narcotráfico por lo menos tres ramas de las disidencias de las (FARC), el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), un grupo paramilitar. Del mismo modo, en el vecino Putumayo, uno de los departamentos más afectados por la presencia de cultivos de coca con 19.986 de hectáreas sembradas, hay disputas entre organizaciones narcoparamilitares y varios frentes de las FARC.
Por su parte, en el Norte de Santander, el departamento con mayor extensión de coca sembrada en Colombia, con 40.083 hectáreas, operan las FARC, el Ejército de Liberación Popular (EPL), Los Rastrojos y las AGC.
La primera masacre del año
El 3 de enero ocurrió la primera masacre de 2022, que se cobró la vida de tres venezolanos en el corregimiento de San Antonio, del municipio de Jamundí, en el departamento del Valle del Cauca.
En esa oportunidad, el ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, Félix Plasencia, escribió que el mandatario colombiano, Iván Duque, era el "líder" de una "aniquilación selectiva" y le pidió respetar los acuerdos de paz, cuyo incumplimiento, según organizaciones de defensa de los derechos humanos, ha incrementado la violencia y conflictividad en el país.
Plasencia dijo en otro trino, escrito cuando ya iban cuatro masacres en los diez primeros días del año, que "de seguir así, 2022 será el más sangriento de la historia reciente colombiana".
Con respecto al año pasado, Indepaz contabilizó 96 masacres que dejaron 335 fallecidos. Además, fueron asesinadas 171 personas, entre líderes sociales, defensores de derechos humanos y excombatientes que se acogieron al acuerdo de paz de 2016.