La Junta de Servicios Policiales de Ottawa (Canadá) celebró este sábado una reunión virtual de urgencia, en medio de las protestas contra la vacunación obligatoria para los transportistas que se prolongan desde hace más de una semana, si bien no logró elaborar un plan de acción frente a los camioneros y sus partidarios.
"Nuestra ciudad está asediada", afirmó durante las conversaciones la presidenta y concejala de la Junta de Servicios Policiales de Ottawa, Diane Deans. Según denunció, los manifestantes "están aterrorizando" a los ciudadanos, a los que "amenazan e impiden llevar sus vidas".
Deans calificó estas protestas de "amenaza" para la democracia, ya que —dijo— no se trata solo de "un problema de la ciudad de Ottawa", sino de "una insurrección a nivel nacional". "Esto es una locura, necesitamos un plan concreto para poner fin a esto ahora", agregó.
Por su parte, el jefe de la Policía de Ottawa, Peter Sloly, dijo que las manifestaciones "no tienen precedentes" e indicó que "no disponen de recursos suficientes para abordar esta situación de forma adecuada y eficaz".
"Estoy haciendo todo lo que está en mis manos para mantener la paz, la seguridad de nuestros residentes y nuestros negocios y permitir que vuelva la sensación de normalidad de la forma más rápida y segura posible", aseveró.
Los transportistas llegaron el pasado sábado a la capital del país, Ottawa, en el denominado 'convoy de la libertad', para protestar pacíficamente contra el primer ministro Justin Trudeau y la decisión de las autoridades canadienses de obligar a los camioneros a vacunarse, que entró en vigor el pasado 15 de enero.
Desde entonces, los camioneros y sus partidarios siguen manifestándose, mientras su movimiento se extiende por todo el país, con protestas en Toronto, Quebec, Vancouver y otras ciudades.