Estudiantes en Francia retoman la popular práctica de falsear los test de covid-19 con gaseosa para quedarse en casa
A principios de 2022, en medio del pico de los contagios por ómicron y una nueva ola de coronavirus en Europa, algunos estudiantes franceses de secundaria han retomado la práctica que el año pasado se hizo tendencia entre los adolescentes británicos para faltar a las clases fingiendo covid-19.
La receta del engaño sigue circulando en las redes sociales, aunque TikTok prohibió ese tipo de publicaciones y bloqueó el 'hashtag' #fakecovidtest. Consiste en falsear los resultados de la autoprueba rápida con un poco de gaseosa como Coca-Cola, jugo de naranja o limón. Los videos explicativos sobre la trampa, que no siempre surte el efecto deseado, pretenden ayudar a aquellos que buscan saltarse las clases presenciales en sus colegios.
El falso positivo se produce porque la acidez de la bebida destruye las proteínas de anticuerpos de la prueba. Tal y como explicó la farmacéutica francesa Roche a los verificadores austríacos de Mimikama hace más de un año, el pH fisiológico del cuerpo está en torno a 7, y la acidez de los refrescos como Coca-Cola es de 2,2, "lo que destruye la mayor parte de las proteínas y hace inútil esta prueba", como cualquier otra basada en proteínas.
El presidente del Sindicato de Biólogos Médicos, Lionel Barrand, recordó en declaraciones recogidas por el portal Actu.fr que "un autotest no es una herramienta de diagnóstico, sino de evaluación" y si muestra un resultado positivo, este debe confirmarse mediante una prueba de antígeno o una prueba PCR.
Si bien pocos son los alumnos de los colegios franceses que no han visto alguno de los numerosos tutoriales sobre cómo falsear la prueba del kit de detección rápida del covid-19, en muchos casos no van más allá de eso y se limitan a reírse de la ingeniosa práctica entre amigos.
Así, una estudiante de secundaria citó las mismas razones que mencionó Barrand, señalando que en todo caso no basta con la prueba rápida y deben confirmar el resultado con un test de antígeno o PCR, mientras que otra alumna contó que los que pretenden quedarse en casa acuden a otro tipo de trampa, y piden a sus conocidos infectados que los incluyan en sus listas de contactos cercanos.
Por otro lado, también existe una tendencia opuesta, ya que muchos no quieren saltarse las clases durante sus últimos años de estudios para no perder las tareas que luego tendrían que presentar. Algunos incluso piden que no los mencionen como casos de contacto aunque lo sean para seguir acudiendo al colegio.