El icónico tapiz del 'Guernica' de Pablo Picasso ha regresado este sábado a la sede ONU en Nueva York, un año después de que fuera retirado a petición de la familia Rockefeller, que prestó la obra al organismo internacional en 1984.
La réplica en tapiz de la emblemática obra, que alude al bombardeo de la localidad vasca de Guernica en 1937 durante la guerra civil española, ha vuelto a ocupar su lugar cerca de la entrada del Consejo de Seguridad.
El tapiz pertenecía a Nelson Rockefeller, exvicepresidente de Estados Unidos y exgobernador de Nueva York, quien lo encargó en 1955 a la artista textil francesa Jacqueline de la Baume-Dürrbach, que trabajó en la obra bajo la dirección del propio Picasso. Tras la fundación de la ONU, los Rockefeller donaron los terrenos para construir el complejo del organismo internacional y en 1984 ofrecieron su 'Guernica' como préstamo.
Sin embargo, el año pasado el hijo del dueño original de la obra, Nelson Rockefeller Jr., expresó su intención de recuperarla. No es la primera vez que el tapiz abandona las instalaciones de las Naciones Unidas, pues ya permaneció en custodia de la Fundación Rockefeller entre 2009 y 2013 durante las renovaciones del complejo.
En su comunicado del sábado, Rockefeller agradeció a la ONU y a su secretario general, António Guterres, "la meticulosa custodia" del 'Guernica' durante tantos años y anunció que en el futuro planea donarlo al Fideicomiso Nacional para la Preservación Histórica.
"Estoy agradecido de que el tapiz pueda seguir llegando a un segmento más amplio de la población mundial y magnifique su capacidad de tocar vidas y de concienciar", declaró Rockefeller, quien recordó que la obra "está pensada para ser experimentada e interpretada, y que Picasso rehusó compartir su mensaje cuando se lo pedían".
"El tapiz del 'Guernica', con su penetrante simbolismo —su representación de aspectos horribles de la naturaleza humana—, lucha contra la crueldad, la oscuridad y también conlleva una semilla de esperanza dentro de la humanidad", señaló.
Por su parte, Guterres indicó en una carta para Rockefeller del 15 de diciembre de 2021 que "el tapiz del 'Guernica' habla al mundo de la urgente necesidad de promover la paz y la seguridad internacional" y que es un honor para la ONU cuidar de esta obra icónica y única.