El 'Hijo del Concorde' que desarrolla la NASA completa varias semanas de pruebas en el túnel de viento

Las pruebas fueron realizadas con un modelo a escala del silencioso avión supersónico.

El nuevo avión supersónico de la NASA, apodado 'Hijo de Concorde', avanza en su construcción, y completó, a finales de enero, varias semanas de pruebas en el túnel de viento.

Este proceso fue realizado con un modelo a escala del X-59 QueSST (Quiet SuperSonic Technology) en el Centro de Investigación de Glenn en Cleveland, Ohio (EE.UU.). Las evaluaciones fueron unas de las últimas en el túnel de viento, dado que la agencia espacial estadounidense prevé realizar los primeros vuelos de la aeronave, más silenciosa que otras de su tipo, a finales de este año para probar su 'aeronavegabilidad'.

"Esta es la oportunidad del equipo de obtener datos sobre los bajos niveles de sonido que se producen en el túnel", expresó Clayton Meyers, subgerente de proyectos de Tecnología Supersónica Comercial de la NASA.

Mientras tanto, el avión supersónico sigue en proceso de fabricación en las instalaciones de Lockheed Martin, en la ciudad de Palmdale, California (EE.UU.). 

El motor del X-59 QueSST está diseñado para producir un 'golpe' de sonido más silencioso cuando navega a velocidad Mach 1.4, lo que equivale a casi 1.730 kilómetros por hora. La forma de su nariz de 9,1 metros de largo también busca minimizar las ondas de choque que provoca el movimiento de las partículas de aire cuando la aeronave viaja más rápido que la velocidad del sonido.

De acuerdo con las proyecciones de la NASA, además de las pruebas que realizará este año, en 2023 harán vuelos de pruebas en su Centro de Investigación de Vuelo Armstrong, en California, donde más de 175 sistemas de grabación medirán el sonido que produce el avión supersónico. En tanto, en 2024 volará por distintas zonas de EE.UU. para medir la respuesta de la población a los golpes de sonido que produce, si es que se escuchan.

Si se autoriza su uso comercial, el X-59 QueSST podría volar de Londres a Nueva York en sólo tres horas sin emitir un fuerte estampido sónico.