EE.UU. condena a cadena perpetua al narcotraficante hondureño Geovanny Fuentes Ramírez y reafirma los nexos con el expresidente Juan Orlando Hernández
El narcotraficante hondureño Geovanny Fuentes Ramírez, de 52 años, acaba de ser condenado por la Justicia de EE.UU. a cadena perpetua y una multa de 151,7 millones de dólares por enviar al país norteamericano "toneladas" de cocaína, con la presunta colaboración del expresidente de Honduras Juan Orlando Hernández.
"El camino de destrucción emprendido por Fuentes Ramírez, tanto con la violencia como con inundar EE.UU. con cocaína, ha llegado a su fin, y pasará su vida en una cárcel federal", dijo el fiscal del Distrito Sur de Nueva York Damian Williams, cuando se dio a conocer la sentencia impuesta por el juez instructor, Kevin Castel.
Según el fiscal, el implicado "sobornó a altos funcionarios hondureños y fue responsable de actos brutales de violencia y asesinatos". Antes del veredicto, un jurado ya lo había encontrado culpable en marzo del año pasado, habiendo sido detenido en el Aeropuerto Internacional de Miami en el 2020.
Orlando Hernández está seriamente implicado
En ese marco, el exmandatario hondureño se ve relacionado con este caso. De hecho, Washington ya lo había incluido en su lista de "actores corruptos y antidemocráticos" de forma reciente, denegándole el ingreso a EE.UU. En marzo del 2021, su hermano, el exdiputado Tony Hernández, fue condenado a cadena perpetua en el país norteamericano por el mismo caso.
Además, Fuentes Ramírez brindó un testimonio ante la Justicia que complica la situación de Orlando Hernández. Según el condenado, el político le dijo que iban a "meter la droga a los gringos en sus propias narices". En marzo del 2021, un jurado determinó que el narco le pagó al menos 25.000 dólares al dirigente en 2013, cuando presidía el Congreso. A partir de allí, el entonces congresista le habría prometido protección de las fuerzas de seguridad y del fiscal general del país, Óscar Fernando Chinchilla Banegas.
"Ganancias de actividades ilícitas para facilitar campañas políticas"
Ahora, la Justicia estadounidense considera que Orlando Hernández instruyó al narcotraficante para que le reportara directamente a su hermano, Tony. En el fallo, se expone que el condenado tenía un laboratorio de cocaína en el departamento de Cortés (Honduras), desde donde producían "cientos de kilos" mensuales, que exportaban regularmente al país norteamericano.
En el marco de las investigaciones en su contra, la Policía había allanado un laboratorio de estupefacientes. Como represalia, Fuentes Ramírez buscó al efectivo que habría participado del operativo: "Mató al oficial de un tiro en la cabeza", dice la resolución.
Por su parte, el expresidente de Honduras rechaza las acusaciones, y afirma que se trata de una "venganza" de los líderes narcos por la presunta persecución al crimen organizado cuando estaba en el Ejecutivo. Orlando Hernández dejó la administración el 27 de enero, tras ocho años en el poder.
Ahora, es diputado del Parlamento Centroamericano, y aunque afirma que redujo en un 95 % el paso de la cocaína por su país, sigue en la mira del Gobierno y la Justicia norteamericana. De hecho, al hacer pública la denegación de su visa, el secretario de Estado, Antony Blinken, sostuvo que Hernández cometió o facilitó "prácticas de corrupción y narcotráfico", usando "las ganancias de actividades ilícitas para facilitar campañas políticas".
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