Los rasgos visibles de la superficie de Marte indican la existencia en el pasado de océanos y un campo magnético protector, aunque los motivos detrás de la desaparición de estos habían permanecido desconocido para la ciencia durante décadas. Sin embargo, los resultados de un novedoso estudio conducido por científicos de la Universidad de Tokio han arrojado nueva luz sobre este fenómeno, ya que han descubierto los factores que lo habrían generado.
Durante las investigaciones, los expertos desarrollaron un material hecho de hierro, hidrógeno y azufre, el cual fue comprimido entre dos diamantes y calentado con un láser infrarrojo, recreando así las condiciones de presión y temperatura que se estima existen en el núcleo de Planeta Rojo. Gracias al uso de rayos X y haces de electrones lograron observar con gran detalle la forma en la que los distintos elementos se fusionaban, e incluso documentaron el cambio en la composición de la muestra durante ese tiempo.
"Nos sorprendió mucho ver un comportamiento particular que podría explicar muchas cosas. El Fe-S-H [hierro-azufre-hidrógeno], inicialmente homogéneo, se separó en dos líquidos de hierro distintos con un nivel de complejidad que no se había visto antes bajo este tipo de presiones […] Uno de ellos era rico en azufre y el otro en hidrógeno", explicó Kei Hirose, coautor de la investigación.
Según detallan los académicos en un artículo publicado recientemente en Nature Communications, el hierro líquido rico en hidrógeno y pobre en azufre, al ser menos denso, se habría elevado por encima del hierro líquido más denso, rico en azufre y pobre en hidrógeno, provocando corrientes de convección, lo que habría dado lugar a un campo magnético capaz de mantener una atmósfera alrededor de Marte, permitiendo así la existencia de agua en estado líquido.
Sin embargo, una vez que los líquidos del núcleo se separaron por completo, no habría habido más corrientes para impulsar un campo magnético, causando que el hidrógeno de la atmósfera marciana fuera expulsado al espacio por el viento solar, lo que a su vez provocó la descomposición del vapor de agua y, finalmente, la evaporación de los océanos marcianos.
"Teniendo en cuenta nuestros resultados, es de esperar que nuevos estudios sísmicos de Marte verifiquen que el núcleo consta efectivamente de distintas capas, tal y como predijimos. De ser así, nos ayudaría a completar la historia de cómo se formaron los planetas rocosos, incluida la Tierra, y a explicar su composición", comentó Hirose.
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