Una vez divulgados los documentos de la operación Puma, por parte del portal argentino El Cohete a la Luna, según los cuales el Ejército argentino diseñó y practicó ejercicios militares bajo el escenario de una invasión a Venezuela, parece más constatable que la frase de Donald Trump cuando advirtió que "todas las cartas están sobre la mesa", con la que se refirió al país suramericano hacia finales de 2018 para introducir la idea de una invasión militar o armada, no era una bravuconada más, sino que tenía una intención real.
O al menos eso creyó el entonces presidente de Argentina, Mauricio Macri, y una parte del Ejército de ese país que se preparó para una acción de ese corte –justo en los momentos de mayor tensión con respecto al tema en cuestión, entre los meses de abril y junio de 2019– por medio de ejercicios militares comandados por el Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas argentinas.
Casi tres años después de esta serie de acontecimientos, en los que gobiernos de la región fomentaron un gabinete paralelo autojuramentado, y pasada ya la "fiebre" que provocó en actores de derecha y medios de comunicación el tema de Venezuela, parece que se va haciendo evidente, y la investigación de Horacio Verbitsky confirma, que sí hubo intenciones reales de parte de algunos Estados de generar acciones que trascendieran las tensiones diplomáticas y se adentraran en un escenario propiamente bélico.
Este escándalo, que seguramente no trascenderá a la mediática mundial, evidencia que hay actores políticos y militares que estaban dispuestos a invadir Venezuela; y no estaban solo incitando a la invasión, sino preparándola.
La sola hipótesis de invasión de un país es ya de por sí una situación prebélica. Ahora, si prepararon fuerzas militares para tal fin, las probabilidades de que esto ocurriera iban en crecimiento. Según se revela en los informes, la intención era llegar a conformar una fuerza multinacional en la que participaría Argentina para invadir Venezuela, desde flancos preseleccionados.
Las probabilidades de un evento bélico
Que un Gobierno en crisis económica como el argentino participe en un evento bélico y complejo hoy parece una verdadera locura, pero en aquel primer semestre de 2019 ese llegó a ser un escenario con importantes grados de probabilidad.
La mediática mundial y los actores de derecha e izquierda en América latina veían crecer la opción de una invasión sobre Venezuela protagonizada por EE.UU. en un tiempo perentorio. Y la derecha regional, en ascenso, se anotaba para coadyuvar de alguna manera para que se produjera dicho acto.
Hacemos un alto al argumento que intenta responder a la pregunta original del texto para hacer otra pregunta: ¿cómo se encontraría actualmente la situación de la migración venezolana en todos los países de la región si esta guerra hubiera tenido lugar?
En todo caso, este escándalo, que seguramente no trascenderá a la mediática mundial, lo que sí evidencia es que hay actores políticos y militares con mando estatal que estaban dispuestos a invadir Venezuela. Y confirma, también, que los actores políticos de la derecha radical, así como los actores militares estadounidenses, la estaban no solo incitando, sino preparando.
El periodista que publica los documentos cerciora cronológicamente que mientras ocurrían los ejercicios militares en junio de 2019, Craig Faller, el jefe del Comando Sur de EE.UU., visitó Argentina con un discurso bastante guerrerista.
Por aquellos tiempos, el general Hamilton Mourao, actual vicepresidente de Brasil (que según los informes filtrados se prestaría para servir de país atacante), dijo pocas semanas antes de asumir su cargo, en diciembre de 2018, que "las Naciones Unidas tendrá que intervenir a través de las tropas de paz de la ONU… y allí está el papel de Brasil: liderar las tropas de paz".
Durante esos meses, volvimos a presenciar una situación de guerra fría en América Latina, ahora concentrada sobre Venezuela, en la que la mayoría de gobiernos subieron el tono de la agresividad contra Nicolás Maduro y comenzaron a llevar acciones concretas como la visita del presidente chileno, Sebastián Piñera, junto con el presidente colombiano, Iván Duque, a la frontera colombo-venezolana para apoyar el ingreso de ayuda humanitaria, en febrero de 2019.
Toda esta escalada fue posterior al llamado abstencionista de la oposición venezolana en las presidenciales de 2018 para intentar una vía armada que no solo arrebatara el Gobierno al chavismo, sino que borrara a este actor del mapa político.
Esta acción, de hecho, llevaba la misma dirección geográfica que el informe de Inteligencia militar argentino: desde Cúcuta (en la frontera de Colombia; llamada 'Ceres' en el documento) hacia el centro-norte de Venezuela.
Hay que recordar que toda esta escalada fue posterior al llamado abstencionista de la oposición venezolana, que renegó del camino electoral en las presidenciales de 2018 para intentar una vía armada que no solo arrebatara el Gobierno al chavismo, sino que borrara a este actor del mapa político.
Es interesante que el Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas argentinas produjera el informe de Inteligencia siete días antes del golpe militar del 30 de abril de 2019, en el que el autoproclamado presidente Juan Guaidó intentó tomar una base militar aérea en el este de Caracas con un contundente fracaso como resultado.
Algo de coordinación habría, o alguna información circulaba.
Efecto y conclusión del conocimiento público del informe
Uno de los principales afectados por esta filtración de documentos es el Gobierno de Alberto Fernández, puesto que el general Juan Martín Paleo, señalado por dirigir los ejercicios militares, ha sido ascendido a jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas durante su administración.
Sin embargo no ha trascendido alguna respuesta oficial del actual Gobierno argentino, a pesar que el propio presidente venezolano, Nicolás Maduro, ya pidió una investigación.
Pero el informe revelado también permite concluir que las Fuerzas Armadas argentinas tienen bastante precaución con Venezuela y no les parece un país que permita facilidades militares. El informe recoge que Venezuela tenía "la mayor defensa aérea de América Latina", con aliados internacionales de peso.
Cualquier analista militar podría concluir que el teatro de operaciones representaba un escenario difícil y que podría complejizarse aún más debido a que las incursiones serían por tierra, un terreno que al menos los militares argentinos desconocen.
De esta manera, la siguiente conclusión es que, conocido lo que piensan estos militares sobre Venezuela, puede inferirse que un escenario militar resulta cada vez menos probable, incluso si volvieran a emerger gobiernos de derecha radical en el continente.
Además, hoy tenemos más certezas que el impacto de una confrontación al norte de Suramérica no solo estaría localizada allí, sino que se desparramaría por todo el continente a razón de las fuertes oleadas migratorias que produciría, con todo el problema de orden público interno que acarrearía.
Ociel Alí López es sociólogo, analista político y profesor de la Universidad Central de Venezuela. Ha sido ganador del premio municipal de Literatura 2015 con su libro Dale más gasolina y del premio Clacso/Asdi para jóvenes investigadores en 2004. Colaborador en diversos medios de Europa, Estados Unidos y América Latina.
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