Las autoridades mexicanas han reprobado que un grupo de migrantes latinoamericanos en la ciudad de Tapachula, en el estado mexicano de Chiapas, decidiese coserse los labios como forma de protesta por la falta de claridad sobre su situación legal en el país.
"¡Queremos la visa!, ¡queremos la visa", gritaron durante la manifestación frente a las instalaciones del Instituto Nacional de Migración (INM).
En un comunicado, el INM, que depende de la Secretaría de Gobernación, reprobó que se atente contra "la integridad física y psicológica de las personas migrantes al exponerlas a acciones sin sentido".
"Resulta preocupante además que estas medidas se hayan realizado con el consentimiento y respaldo de quienes se dicen sus representantes, con la intención de presionar a la autoridad migratoria sobre una atención que ya se brinda", añadió.
Desde hace semanas, alrededor de 30.000 migrantes se encuentran en Tapachula, en la frontera sur del país, a la espera de conseguir los permisos necesarios para trabajar en México o cruzar hacia el norte del país para llegar a EE.UU., según los datos facilitados por activistas en la zona.
En 2021, las autoridades mexicanas realizaron 446 "rescates masivos" en 21 estados del país, según datos del INM del 25 de enero al 9 de diciembre de ese año. En estos operativos, los agentes identificaron a 35.143 migrantes de diferentes nacionalidades.
Estos "rescates masivos" forman parte de una estrategia nacional para "atender el flujo migratorio y el tráfico de personas", según ha explicado el Gobierno mexicano.
En tanto, se trata de detenciones de migrantes que deciden viajar en grupo para disminuir los riesgos de inseguridad que implica atravesar el territorio mexicano, en donde los extranjeros, principalmente de Centroamérica, son víctimas de asaltos, secuestros, desapariciones y asesinatos.
La región vive un flujo récord hacia EE.UU., país que registró más de 1,7 millones de indocumentados en la frontera con México entre octubre de 2020 y septiembre de 2021.