El presidente de EE.UU., Joe Biden, este jueves ha vuelto a declarar ante periodistas que Rusia está preparada para atacar a Ucrania y que dicha invasión se debe producir dentro de unos días.
"Todos los indicios que tenemos es que están preparados para entrar en Ucrania, atacar a Ucrania", dijo Biden, describiendo el riesgo de una invasión rusa como "muy alto".
"Mi sensación es que ocurrirá en los próximos días", agregó el mandatario estadounidense.
El portavoz del presidente ruso, Dmitri Peskov, no tardó en reaccionar a las palabras de Biden. "Lamentablemente, se siguen fomentando las tensiones con tales declaraciones", señaló.
Esta misma jornada, y en consonancia con las declaraciones de Biden, la embajadora de EE.UU. ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, también afirmó ante medios de comunicación que "la evidencia sobre el terreno es que Rusia está avanzando hacia una invasión inminente".
El martes y el miércoles habían sido designados en diversos medios occidentales como las fechas del comienzo de la ofensiva, con referencia a fuentes anónimas en el Gobierno norteamericano o a datos de inteligencia, pero tales pronósticos no se cumplieron. Moscú reiteradamente ha calificado dichas declaraciones como "desinformación", mientras que el presidente ucraniano, Vladímir Zelenski, y otros altos dirigentes del país han restado importancia a tales rumores.
Ni siquiera el anuncio hecho por el Ministerio de Defensa ruso a inicios de semana, de que parte de las fuerzas en el sur y el oeste del país habían completado los ejercicios militares y estaban regresando a sus bases permanentes, no alivió las tensiones. Un alto funcionario gubernamental de EE.UU. dijo a Reuters en condición de anonimato que Moscú, al contrario, supuestamente había desplegado miles de militares adicionales a las zonas fronterizas con Ucrania, donde ya se encontraban más de 100.000 efectivos.
Mientras tanto, se ha reportado este jueves la escalada del conflicto en la zona de contacto entre las Fuerzas Armadas ucranianas y las milicias de las dos regiones separatistas en el este del país.