"Trabajamos como si fuese navidad": Qué es el 'efecto Tanxugueiras' y por qué está detrás de la fiebre por las panderetas en España

Quién iba a pensar que después de esas panderetas negras, la cosa se iba a poner así. En el taller de percusión tradicional gallega del artesano José Manuel Salgado Sanín, el sonido del martillo no para ni siquiera durante la entrevista.

La razón de la marcha redoblada en su taller de Santiago de Compostela, en el norte de España, tiene nombre: Tanxugueiras. Dentro de Galicia hay poca gente que no las conozca porque son el grupo de música tradicional, compuesto por Aída Tarro y las hermanas Sabela y Olaia Maneiro, que estuvo cerca de representar a su país en el famoso concurso de Eurovisión.

Con la característica sonoridad de la música tradicional gallega, las chicas arrasaron con el voto del público en la final del Benidorm Fest y le devolvieron el protagonismo a un instrumento como la pandereta. El modelo negro con detalles dorados, que Tanxugueras lució en sus presentaciones, fue fabricado en el taller de Salgado Sanín. Por eso, no paran los pedidos.

Una nueva primavera

En el taller Sanín se han elaborado unas 150.000 panderetas desde que abrió sus puertas en 1990. "Hacemos unas 6.000 al año", comenta su dueño, quien interrumpe la conversación en dos oportunidades para atender a los clientes del negocio.

Pero este febrero ha sido inusual. "En estas fechas –explica Salgado Sanín– siempre estamos preparándonos para el año escolar que viene, poniendo la madera en los moldes de maduración para que no pierda su forma, pero ahora estamos trabajando como si fuera otra vez navidad. ¡Y no lo digo como una queja!".

El artesano cree que el fenómeno eurovisivo, aún con lo que tiene de espectáculo y de moda, ha servido para que las personas se animen a dar un paso hacia la música tradicional gallega: "Ha valido para que la gente que durante todos estos años tenía la idea de aprender a tocar la pandereta tome la decisión de una vez y diga 'ya está, este año es'. De hecho, cuando vienen a comprarlas me preguntan que dónde pueden ver clases".

Aunque no es la primera vez que se produce una suerte de furor por las músicas arraigadas en la tierra de la poeta Rosalía de Castro, Delgado Sanín ve la irrupción de la agrupación como "una primavera más". "Es como cuando un campo se llena de flores: este año se llama Tanxugueiras y se ve una floración más intensa que en otras ocasiones, pero es un fenómeno que antes se llamó Xabier Díaz, Carlos Núñez, Milladoiro, Susana Seivane. Nombres que traspasaron las fronteras de la música tradicional y resonaron más allá de Galicia".

La pandereta, ¿reivindicación feminista?

El efecto Tanxugueiras –palabra que en gallego alude a las fincas donde merodean los tejones (teixugos)– no solo ha permitido que la música tradicional dé un salto al resto del país, sino que además lo ha hecho con una reivindicación simbólica y musical de las mujeres.

Al respecto, comenta Delgado Sanín: "La pandereta era uno de los pocos instrumentos a los que podían acceder las mujeres en el mundo rural, porque no estaba bien visto que tocaran la gaita". Una situación que, por cierto, no es tan lejana en el tiempo.

"Por ser gaitero se ganaba dinero. Entonces, claro, hace muy pocos años la gente decía: '¿Cómo la mujer va a tener vida de gaitero? ¡Cómo va a estar una mujer perdida ahí, de aldea en aldea, tocando la gaita!'. Era un escándalo, pero no solo de orden moral sino también económico. Eso no quiere decir que la pandereta fuese un instrumento que solo tocaran las mujeres, pero sí era el que a ellas les permitían utilizar", apunta.

Las panderetas de Olaia, Sabela y Aída son negras con detalles dorados, una idea que ellas mismas propusieron al artesano de Santiago de Compostela, quien oyó por primera vez de ellas porque uno de los empleados de su taller les daba clases. "Aunque eran clientas mías desde hace mucho tiempo, realmente las conocí cuando empezaron a despuntar en el grupo y hacer música más tradicional. Y bueno, pues en el mundillo, al final siempre terminas coincidiendo".

De 'tongos' y otras polémicas

Al innegable talento de las jóvenes, que ya tienen abierta una nutrida agenda de conciertos en toda España, se sumó la controversia por su participación en el Benidorm Fest. Es que, a pesar del masivo apoyo del público que las votó como imbatibles favoritas, el jurado "especializado" del concurso decidió darles casi la mínima puntuación, eliminando la posibilidad de que ellas representaran a su país en Eurovisión.

La polémica decisión del jurado generó un intenso debate en redes sociales, donde surgieron críticas por el supuesto amaño de los votos del jurado para impedirles a Tanxugueiras el paso a Eurovisión con 'Terra', una canción cantada en gallego que habla de una verbena en la que se reúnen las mujeres "con el arte de sus madres y sus manos" para bailar y cantar. La letra incluye una potente frase en castellano, catalán, euskera y asturiano, lenguas oficiales en España: "No hay fronteras".

El propósito de Terra, según sus propias compositoras, es darle mayor visibilidad a las otras lenguas que conviven en España, no solo al gallego, mediante un "proyecto inclusivo, diverso y que lucha por todas las lenguas y culturas".

Aunque las jóvenes no lograron embarcarse en Eurovisión, su mensaje resuena más allá de ese festival. Para Salgado Sanín, la razón es una sola: "La música gallega es un fenómeno muy vivo y muy presente en la población de aquí. Y aunque lo que exporta España por lo general está asociado al flamenco, en este país hay muchas otras músicas tradicionales que son igualmente poderosas porque nacen de una raíz verdadera, algo que las hace perdurar en el tiempo. Sobreviven porque hay una coherencia, una estructura y están tan pegadas a la identidad de un lugar, en este caso como Galicia, que cuando alguien las escucha, algo se le mueve dentro".

En el caso de Tanxugueiras, apunta el artesano, la fórmula virtuosa de su éxito consiste en la mezcla de sonidos contemporáneos que, afianzados en la tradición y apuntalados por el talento, traspasan las fronteras y remueven cimientos. "Es algo que se da muy de vez en cuando y ahora les tocó a ellas".

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