Desesperado por alejar a sus hijos de las pantallas de los móviles, un francés se enfrenta a seis meses de prisión por haber bloqueado temporalmente el acceso a Internet a todos los residentes del pueblo de Messanges, en el sudoeste de Francia, informó la semana pasada la Agencia Nacional de Frecuencias (ANFR) de ese país europeo.
El hombre, cuya identidad no ha sido revelada, utilizaba un inhibidor de banda de ondas múltiples para cortar la conexión a la red en su casa todos los días entre la medianoche y las tres de la madrugada, horario en el que sus retoños se dedicaban a navegar por las redes sociales.
Tras varios reclamos de los vecinos, los proveedores del servicio iniciaron una investigación, que luego fue remitida a la ANFR. Los funcionarios utilizaron un dispositivo de radiogoniometría para detectar el inhibidor, que bloqueaba las señales de Wi-Fi y de telefonía móvil no solo en la casa del hombre, sino en todo el pueblo, de alrededor de 1.000 habitantes, además de otro municipio vecino.
Si bien el progenitor no volvió a prender el inhibidor, está siendo procesado por el uso del dispositivo, que está estrictamente prohibido en Francia. En caso de ser declarado culpable, podrá ser condenado a un máximo de seis meses de cárcel, además de una multa de hasta 34.000 dólares.