La OIEA anuncia el envío de muestras del agua radiactiva tratada de Fukushima a Europa para su análisis

Japón planea liberar en el océano Pacífico más de un millón de toneladas de agua de la planta nuclear que resultó dañada durante el terremoto de 2011.

Unos 50 litros del agua radiactiva tratada, de la siniestrada planta nuclear de Fukushima, Japón, se enviarán para su análisis a los laboratorios del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) en Austria y Mónaco, informó la agencia.

Un grupo de expertos de la OIEA se encuentra en Japón, estudiando los planes del Gobierno nipón y Tokyo Electric Power Co. (TEPCO), operador de la planta, para verter en el océano Pacífico más de un millón de toneladas de agua radiactiva tratada, con el fin de determinar si el proyecto cumple con los estándares internacionales de seguridad. Se espera que la liberación del líquido comience en 2023 y tardaría décadas en completarse.

La agencia dijo que publicará un informe completo con las conclusiones de su misión, antes de que comience la liberación del agua. "Como organización científica y técnica, seremos totalmente transparentes e independientes en nuestras revisiones e informes. El mundo sabrá lo que está pasando en todo momento", aseveró el director general de la OIEA, Rafael Mariano Grossi.

Tritio en el agua radiactiva tratada

Desde que el terremoto y tsunami de marzo de 2011 dañaron los reactores de Fukushima, provocando la contaminación de su sistema de enfriamiento que empezó a tener fugas, el agua de la central nuclear ha sido "tratada y purificada", para luego ser almacenada en tanques, detalló el organismo internacional. Se prevé que la capacidad de almacenamiento de estos contenedores alcance su límite en otoño de este año.

Sin embargo, la OIEA recordó que el tritio no se puede eliminar del agua con los actuales métodos de tratamiento, aunque sus niveles en los tanques de almacenamiento se encuentran "muy por debajo de los límites" regulatorios japoneses y de los estándares de la Organización Mundial de la Salud para el agua potable.

En pequeñas cantidades, el tritio no es dañino. No obstante, algunos científicos insisten en que se desconoce cuál sería el impacto a largo plazo sobre la vida marina por la exposición a esos elementos radiactivos en bajas dosis, al tratarse de volúmenes de agua bastante grandes.

Para Tokio, arrojar el agua al mar es lo "más realista" y hacerlo es "inevitable para poder lograr la recuperación de Fukushima". Pero ese proyecto se enfrenta al fuerte rechazo de países vecinos como Rusia, China y, particularmente, Corea del Sur.