El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha recordado este sábado durante su intervención en la Conferencia de Seguridad de Múnich (Alemania) que los países miembros de la Alianza Atlántica aumentaron sus presupuestos militares en 270.000 millones de dólares desde 2014.
"La razón más importante para hacerlo no es para provocar una guerra, sino para prevenir una guerra", ha asegurado Stoltenberg.
"En 2014 las cosas cambiaron. Lo bueno es que todos los aliados, de hecho, se dieron cuenta de que tenemos que hacer algo diferente, y la cosa diferente más importante que teníamos que hacer era invertir más", ha declarado el secretario general de la alianza, al agregar que a partir de aquel año todos los aliados de la OTAN en Europa y Canadá han ido aumentando sus presupuestos de defensa de forma anual.
Lo que está pasando ahora demuestra que la fuerza del bloque y el hecho de que puede desplegar más tropas "es una manera de enviar a Moscú un mensaje muy claro" de que la OTAN está ahí para "defender y proteger" a sus aliados, ha agregado, sosteniendo que esta es "la mejor manera de prevenir cualquier ataque contra cualquier aliado".
Mientras la OTAN insiste en que es una alianza únicamente defensiva y que no amenaza a nadie, Rusia percibe precisamente como una amenaza para su seguridad nacional la presencia de armamentos y fuerzas de la organización en los países que se encuentran cerca de sus fronteras.
En medio del alarmismo sobre la supuesta invasión rusa en Ucrania que no ha sucedido pese a que la prensa occidental ya le puso fechas y hora, Moscú desmiente la "desinformación", reitera que no ha amenazado nunca al pueblo ucraniano y denuncia la "histeria rusófoba", afirmando que las especulaciones sobre presuntos preparativos del Kremlin para una agresión militar contra Ucrania no corresponden con la realidad.