Un tribunal de Pakistán condenó a muerte al estadounidense de origen paquistaní Zahir Jaffer, hijo de una de las familias más ricas del país, por violar y decapitar a su pareja en julio del año pasado porque se negó a casarse con él. La pena capital aún debe ser ratificada por instancias judiciales superiores.
El juicio comenzó en octubre de 2021 y durante el proceso fueron revelados detalles de cámaras de seguridad que mostraron cómo Noor Mukadam, de 27 años, que era hija de un exdiplomático pakistaní, intentó escapar de la vivienda de Jaffer saltando desde la ventana del primer piso y avanzando hacia la puerta principal, donde un empleado de la propiedad le impidió la salida.
Además, revelaron que Mukadam fue retenida durante dos meses antes de ser asesinada.
Por su parte, el abogado del acusado afirmó que el hombre padecía enfermedad mental, pero los miembros del tribunal desestimaron la formación de una junta médica para evaluar el caso.
Finalmente, el 24 de febrero Jaffer, de 30 años, fue sentenciado a muerte por homicidio premeditado, pena que debe ser confirmada por el Tribunal Superior de Islamabad. Además, fue condenado a 25 años de prisión rigurosa, al pago de una multa de 200.000 rupias (unos 1.130 dólares) por la violación y de 500.000 rupias (unos 2.800 dólares) al heredero legal de Noor.
En tanto, dos empleados de la familia de Jaffer recibieron una pena de diez años de cárcel por colaborar en el crimen, mientras que sus padres fueron absueltos.
Una sentencia "necesaria"
Tras conocer la condena, Shaukat Mukadam, el padre de la víctima, afirmó que la sentencia a muerte contra Jaffer era "muy necesaria" y agregó que su hija fue "brutalmente asesinada con un arma afilada y decapitada".
"Dije una y otra vez que este no era un caso de mi hija, es una cuestión de todas las hijas de Pakistán", continuó, a la vez que definió al veredicto como una "victoria".
Ley contra los violadores
En noviembre del año pasado, el Parlamento pakistaní aprobó un proyecto de ley que permite aplicar la castración química a los violadores reincidentes. La decisión fue avalada por el primer ministro, Imran Khan, quien meses antes había sido cuestionado por afirmar que una de las causas de las violaciones era la "vulgaridad" con la que se visten las mujeres.
Según datos de la ONG local con sede en Karachi War Against Rape (Guerra contra las violaciones), menos del 3 % de los casos de agresión sexual o de violación en el país terminan con condenas judiciales.