El presidente de Rusia, Vladímir Putin, y el primer ministro de Israel, Naftali Bennet, mantuvieron este domingo una conversación telefónica en la que hablaron de la operación militar rusa en Ucrania y las posibles negociaciones entre las partes rusa y ucraniana.
Según comunica el Kremlin, el mandatario ruso "señaló que la delegación rusa se encuentra en la ciudad bielorrusa de Gómel y está lista para negociar con los representantes de Kiev, quienes, mostrando inconsistencia, aún no han aprovechado esta oportunidad. A su vez, Naftali Bennet ofreció los servicios de intermediación de Israel para suspender las hostilidades".
En la madrugada de este viernes, el presidente de Ucrania, Vladímir Zelenski, señaló que estaba dispuesto a negociar para frenar la operación militar rusa en el país. En la tarde del mismo día, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, afirmó que autoridades ucranianas no cooperaban con Moscú en cuanto a la preparación de las negociaciones bilaterales, mientras aumentaban su capacidad para repeler a las tropas rusas en la propia Ucrania. Finalmente, la noche del viernes el portavoz presidencial de Ucrania, Serguéi Nikíforov, comunicó que Kiev aceptó la propuesta de Moscú de celebrar negociaciones, añadiendo que su país está dispuesto a hablar del alto el fuego y la paz.
No obstante, el sábado tanto desde Moscú como de Kiev informaron que la parte ucraniana se negaba a negociar. Alexéi Arestóvich, asesor de la Oficina del Presidente de Ucrania, explicó que las condiciones presentadas por Moscú eran "demasiado arrogantes" para Ucrania.
Este domingo, Zelenski declaró que Kiev quiere la paz y está dispuesto a negociar con Rusia, pero no va a hacerlo en Bielorrusia. "Ahora decimos: Minsk no. Otras ciudades pueden ser una plataforma para el encuentro. […] Varsovia, Bratislava, Budapest, Estambul, Bakú: todo esto lo hemos propuesto a la parte rusa", afirmó el mandatario ucraniano.
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