Ucrania ha reconocido oficialmente que el personal de su Guardia Fronteriza e Infantería de Marina que estaba defendiendo la isla de las Serpientes (isla Zmeíny), en el mar Negro, está vivo y tomado como prisioneros por la parte rusa.
Según la Armada de Ucrania, los militares que estaban en la isla se incomunicaron desde el 24 de febrero y, por esta razón, las autoridades en Kiev los daban por muertos.
El pasado viernes, la Armada de Ucrania envió 16 lanchas para atacar a buques rusos de la Flota del Mar Negro, en la que transportaban a los 82 militares ucranianos desde la isla de las Serpientes después de su rendición. El mando militar ruso afirmó que las lanchas ucranianas "utilizaron la táctica de enjambre" y que el objetivo era "la venganza contra los efectivos ucranianos rendidos y poder acusar al Ejército ruso de la masacre de los prisioneros".
Previamente, el presidente de Ucrania, Vladímir Zelenski, prometió otorgarles el título póstumo de héroes de Ucrania a todos estos defensores que aparentemente habían fallecido en combate.
Al mismo tiempo, numerosos medios ucranianos publicaron que los trece militares que estaban en la isla de las Serpientes habían muerto. Así, varios diarios reportaron que pese a las amenazas de las fuerzas rusas, los guardias fronterizos no se rindieron y fallecieron "heroicamente".
No obstante, el 26 de febrero el Ministerio de Defensa de Rusia publicó las imágenes del desembarco de los cautivos en el puerto de Sebastopol.