El Gobierno de Japón ha decidido congelar los activos del presidente de Rusia, Vladímir Putin, del ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, y del vicepresidente del Consejo de Seguridad ruso, Dmitri Medvédev, debido a la operación militar de Moscú en Ucrania.
Además de Putin, Lavrov y Medvédev, Tokio sancionará de la misma manera a tres altos cargos más: al ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, al jefe del Estado Mayor, Valeri Guerásimov, y al secretario del Consejo de Seguridad de Rusia, Nikolái Pátrushev.
Entre las entidades rusas que están sujetas a la congelación de los activos en el territorio de Japón está el banco Promsvyazbank (PSB), Vnesheconombank (VEB.RF) y el Banco Central de Rusia, mientras que a otros 49 entes rusos más —entre ellos el FSB, el Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia (SVR), el centro de comunicaciones del Ministerio de Defensa ruso, la corporación aeronáutica Irkut y Rostec— se les prohíben las exportaciones a partir del 8 de marzo.
Concretamente, quedan prohibidas las exportaciones de bienes de uso general que, según consideran las autoridades japonesas, contribuyen al fortalecimiento de las capacidades militares de Rusia.