No es apropiado comparar la situación de Taiwán con la de Ucrania, porque los dos casos son completamente diferentes, ha asegurado el portavoz del Gabinete taiwanés, Lo Ping-cheng, buscando minimizar las comparaciones que han surgido en los últimos días acerca de que "la Ucrania de hoy es el Taiwán de mañana".
"En todas las áreas, los dos no se pueden comparar", dijo el vocero, citado por Reuters. "Pero hay quienes aprovechan esta oportunidad para manipular el llamado (tema) de 'la Ucrania de hoy, el Taiwán de mañana'", en un intento por perturbar la "moral de la gente", agregó.
Taiwán —isla que Pekín considera parte de China— no solo es importante geopolíticamente, sino que tiene una barrera natural como es el estrecho de Taiwán, que lo separa del gigante asiático, y es una parte clave de la cadena de suministro global de alta tecnología, recordó Lo Ping-cheng.
"Una guerra cognitiva"
Desde el Gobierno taiwanés han pedido a sus departamentos intensificar los esfuerzos para combatir "las fuerzas externas que utilizan el conflicto entre Ucrania y Rusia para llevar a cabo una guerra cognitiva" contra la isla, detalló el funcionario.
Tras el inicio de la operación militar rusa en Ucrania, Taipéi ha incrementado su nivel de alerta, aunque no ha registrado actividad militar inusual por parte de China.
Pekín también ha declarado que los problemas de Ucrania y Taiwán no pueden vincularse, debido a que la isla siempre ha sido una parte inalienable de China.
A mediados de febrero, la Administración del presidente de EE.UU., Joe Biden, presentó su estrategia para el Indo-Pacífico, que busca moldear el entorno estratégico en torno a China construyendo un equilibrio de influencias favorable y frenar a Pekín mientras "busca convertirse en la potencia más influyente del mundo". Dentro de esta estrategia, Washington prometió trabajar para mantener "la paz y la estabilidad dentro y fuera del estrecho de Taiwán".