Ante los temores de las consecuencias eventuales de la crisis ucraniana y las sanciones impuestas contra Rusia en la economía europea, el euro volvió a entrar en una tendencia bajista, alcanzando sus mínimos en casi dos años.
Este miércoles, el euro se situó en los 1,1106 dólares, llegando a sus niveles más bajos desde mayo de 2020 cuando cotizaba por debajo de los 1,1000 dólares, según los datos del Banco Central Europeo.
"En la situación actual, vemos el estatus del euro como vulnerable", afirmó Jane Foley, estratega jefe para el cambio de divisas del banco holandés Rabobank, citada por Reuters. De acuerdo con Foley, se observa actualmente un aumento de los precios de la energía, así como de muchos productos agrícolas, por lo que la situación actual sugiere para el bloque comunitario riesgos de una mayor inflación y un crecimiento económico más lento.
Según las estimaciones de la Oficina Europea de Estadística (Eurostat), en febrero de este año la inflación en Europa alcanzó el 5,8 %. En contraste, en enero de este año la inflación en la UE fue del 5,1 %.
La energía, el sector más vulnerable
En su informe, la agencia europea precisa que durante el pasado mes de febrero la energía era el sector de la economía más afectado por la inflación. "A nivel corporativo, hay una red de relaciones complejas entre la UE y las empresas rusas, en particular, en el sector energético", recordó Foley.
Por su parte, Karl Schamotta, estratega jefe de mercados en la empresa Cambridge Global Payments, subrayó a Reuters que el euro "está en primera línea" dado que es la divisa "más expuesta a choques energéticos".
Las sanciones contra Rusia podrían afectar también a la política de sus Estados miembros. "Vamos a necesitar el gas, vamos a necesitar el petróleo. Y si [la situación] se mantiene, la unidad política en Europa será difícil de preservar", expresó el analista del grupo de expertos Bruegel, Georg Zachmann, a The Washington Post.