La Agencia Internacional de la Energía (AIE) presentó este jueves a la Unión Europea un plan que tiene como objetivo reducir la dependencia del bloque comunitario al gas ruso y entre las medidas propuestas incluye que la población caliente menos sus hogares.
Dentro de un año, "la UE podría reducir sus importaciones de gas natural ruso en más de un tercio a través de una combinación de medidas que serían consistentes con el Pacto Verde Europeo" para la lucha contra el cambio climático, así como también "respaldarían la seguridad energética y la asequibilidad", destaca el plan, que consta de diez puntos.
Entre otras cosas, se propone no firmar con Rusia nuevos contratos para el suministro de gas; maximizar la importación del hidrocarburo de otros países; acelerar la implementación de nuevos proyectos para la generación de energía solar y eólica; aprovechar al máximo las fuentes de energía existentes como la nuclear; y la intensificación de medidas de eficiencia energética en los hogares y empresas.
"Bajar el termostato de la calefacción"
Este último punto recomienda "bajar en 1 °C el termostato de la calefacción en los edificios". "La temperatura media para la calefacción de los edificios en toda la UE en la actualidad es superior a los 22 °C. Ajustar el termostato para la calefacción de los edificios generaría ahorros de energía anuales inmediatos de alrededor de 10.000 millones de metros cúbicos por cada grado de reducción, al mismo tiempo que reduciría las facturas de energía", según el proyecto.
En 2021, la Unión Europea importó de Rusia 155.000 millones de metros cúbicos de gas natural, lo que representa alrededor del 45 % del total de las importaciones de este hidrocarburo por parte del bloque comunitario. Con la implementación de todos los puntos de este plan, dentro de un año la UE podría reducir las importaciones de gas ruso en más de 50.000 millones de metros cúbicos, estima la AIE.