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La Justicia argentina condena a más de cuatro años de prisión a un obispo por violación y ordena su detención
Gustavo Oscar Zanchetta fue juzgado por el delito de "abuso sexual simple continuado agravado", por ser un ministro de culto religioso.
El Tribunal de Juicio de la ciudad de Orán, provincia de Salta (Argentina), condenó este viernes a cuatro años y medio de prisión por violación al exobispo Gustavo Oscar Zanchetta, tal como lo solicitaba la Unidad Fiscal creada para el caso, y se ordenó su inmediata detención.
Así, la Justicia concluyó que el acusado es culpable del delito de "abuso sexual simple continuado agravado", elevando los cargos por tratarse de un ministro de culto religioso reconocido. En concreto, los jueces comprobaron que Zanchetta abusó de dos estudiantes, cuyas identidades se resguardan, en el Seminario Juan XXIII, ubicado en esa urbe norteña.
Al momento de los alegatos, los fiscales sostuvieron que a partir de las audiencias, iniciadas el 21 de febrero, se lograron recabar todas las pruebas para determinar que el implicado agredió sexualmente a los seminaristas, y los magistrados se inclinaron por esa postura. De hecho, destacaron la precisión de las denuncias y la contextualización, brindando relatos creíbles.
Además, los informes psicológicos sobre las víctimas reflejaban que las conductas y los síntomas eran compatibles con una violación. Antes de la sentencia, la Fiscalía había rechazado un intento de la defensa por atribuir los síntomas traumáticos de los abusos a presuntos hechos pasados.
"Un hecho histórico en Orán"
En su exposición, el fiscal Pablo Rivero remarcó que, según los estudios médicos, el exobispo tenía rasgos psicopáticos y problemas para controlar sus impulsos, percibiendo a otras personas como objetos y observando la realidad según su propia conveniencia.
"En todas las causas en que se investiga un abuso en la Iglesia, las defensas siempre dicen que responden a un complot de otros sacerdotes", remarcó el funcionario judicial. "Estamos ante un hecho histórico de la Justicia penal de Orán, porque las víctimas se animaron a hablar y dieron las razones que rompen el principio de inocencia del acusado", agregó.
Por su parte, Zanchetta no aplicó su derecho a pronunciar sus últimas palabras antes de conocer el veredicto, por lo que esperó la pena en silencio.
En cuanto a las familias de las víctimas, en las afueras del tribunal expresaron su malestar, al considerar que la condena debería haber sido más alta.
El asesor del Vaticano
En julio del 2017 Zanchetta renunció a su cargo en Orán para desempeñarse como asesor en la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica, que controla unas 5.000 propiedades del Vaticano.
Sin embargo, el escándalo en torno a su figura empezó a destaparse antes, en 2015, cuando un asistente del Obispado en Orán vio fotos pornográficas en el teléfono de Zanchetta.
El líder eclesiástico le había dado su dispositivo para que bajara unas imágenes de la Catedral de la ciudad para subirlas a Facebook, pero el asistente encontró fotos de jóvenes teniendo sexo y 'selfies' del obispo, "desnudo, mostrando sus genitales y en actitudes masturbatorias". El secretario, llamado Luis Amancio Díaz, hizo una denuncia interna.
El asunto derivó en una investigación canónica y el obispo viajó a la Santa Sede a dar explicaciones, pero aseguró que se trataba de un montaje extorsivo en su contra. Más tarde, en enero del 2019, un exseminarista lo denunció por abuso ante la Justicia penal de Orán.
Desde el Vaticano, explicaron que cuando Zanchetta fue nombrado para trabajar allí, no se había presentado ninguna denuncia de abuso sexual. Sin embargo, repasa Perfil, su nombre figuró en el organigrama de la Santa Sede hasta el 2021.
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