Durante una conversación telefónica mantenida este domingo con su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, expresó que la suspensión de la operación militar rusa en Ucrania es posible solo en el caso de que Kiev cese las hostilidades y cumpla con las exigencias de Moscú.
En este contexto, el mandatario ruso subrayó que Rusia está dispuesta a dialogar con las autoridades ucranianas y con los socios extranjeros a fin de resolver el conflicto. Por otra parte, también señaló que los intentos de aplazar el proceso de las negociaciones es contraproducente y denunció que la parte ucraniana aprovecha el retraso para reagrupar sus fuerzas.
El presidente ruso recalcó que la operación especial "sigue según lo previsto", mientras las Fuerzas Armadas de Rusia hacen todo lo posible para garantizar la seguridad de los civiles.
"En este contexto se ven con más crueldad y cinismo las acciones de las formaciones nacionalistas y neonazistas que continúan lanzando intensos ataques contra Donbass y utilizan a los civiles, incluidos los extranjeros, básicamente tomados como rehenes, como 'escudo humano' en las ciudades y localidades ucranianas", comunicaron desde el Kremlin.
"Se expresó la confianza en que, durante la nueva ronda de negociación planificada, los representantes de Ucrania muestren un enfoque más constructivo, plenamente basado en las realidades existentes", reza el comunicado difundido por el Kremlin.
Los mandatarios subrayaron también la importancia de mantener contactos a nivel diplomático y entre las autoridades militares de ambos países. Asimismo, reafirmaron su compromiso con la cooperación comercial y económica "mutuamente beneficiosa" entre Moscú y Estambul.
Por su parte, el presidente turco expresó su preocupación en cuanto a la campaña lanzada en ciertos países occidentales contra la cultura rusa.