España celebra este 8 de marzo el Día Internacional de la Mujer tras dos años de parón por la pandemia de coronavirus que relegó las celebraciones multitudinarias.
El movimiento feminista llega a la cita con ganas de realizar una demostración pública de fuerza, pero con divisiones en su seno, como demuestra que en la capital del país se realicen dos marchas independientes, con diferentes lemas y reivindicaciones.
La Comisión 8M Madrid ha convocado una manifestación a las 19 horas que partirá desde la plaza de Atocha y llegará a la plaza de Colón bajo el lema 'Derecho para todas, todos los días'.
A la misma hora desde Gran Vía y con destino a la Plaza de España saldrá la marcha convocada por el Movimiento Feminista de Madrid, con el lema 'El feminismo es abolicionista' y con las reivindicaciones de exigir la abolición de la prostitución y la pornografía, la prohibición de los vientres de alquiler y la retirada de la 'ley trans', entre otras.
Dos bandos enfrentados
La división del movimiento feminista, patente y visible este martes en Madrid, tiene profundas divergencias de fondo. Desde uno de los polos se denuncia que la agenda feminista está siendo sustituida por otros objetivos que chocan con los aspectos centrales de la lucha de las mujeres.
Ambas posturas comparten una buena parte de sus objetivos, como la reclamación de empleos dignos, estables y seguros para las mujeres; la lucha contra la brecha salarial y de pensiones; la erradicación de la violencia sexual contra niñas y mujeres; la reivindicación de un aborto libre y seguro sin acoso; o la lucha para acabar con el sesgo patriarcal de la justicia.
Sin embargo hay varios puntos de desencuentro flagrante. Uno de los que más discusiones encendidas ha protagonizado en los últimos años es el de la 'ley trans' promovida por el Gobierno, que garantiza la autodeterminación de género sin ningún requisito. Sus detractoras alegan que significa el borrado de las mujeres, la negación de la opresión en base al género, el reconocimiento de roles y estereotipos de género contra los que se lleva dos siglos luchando y el desplazamiento de las mujeres de ámbitos como el deporte.
Por su parte, quienes apoyan la nueva legislación, que todavía se encuentra en tramitación, sostienen que es necesaria para mejorar la vida de un colectivo que sufre severas discriminaciones. Se alega que los genitales no determinan ni el sexo ni el género de una persona y que cada uno debe poder vivir de acuerdo a su identidad sentida.
Otro punto de fricción es la postura sobre la prostitución. Una parte es partidaria de su prohibición, asumiendo que se trata de una forma de violencia machista incompatible con la igualdad de sexos, mientras que la otra parte considera que es necesaria su legalización, con el fin de garantizar los derechos de las trabajadoras de este ámbito.
Igualmente polémico es la cuestión de la gestación subrogada o vientres de alquiler, denominado por uno de los sectores como explotación reproductiva de las mujeres y compraventa de bebés, mientras que el otro sector no tiene un posicionamiento claro al respecto.
'No a la guerra'
Además de las reivindicaciones tradicionales, este año la situación geopolítica que vive Europa también está entrando a formar parte de los argumentarios del movimiento feminista.
Así, el conflicto armado que se desarrolla en Ucrania ha hecho que, por su parte, el Gobierno de España, aliente que la movilización feminista se convierta en un nuevo 'No a la guerra', como el que recorrió las calles españolas en rechazo a la guerra de Irak en 2003.
Es lo que sostiene la secretaria de Estado de Igualdad, Ángela Rodríguez, que el pasado viernes dijo que "el feminismo es pacifista y ha reivindicado en muchísimos contextos que pare la violencia" y ha animado a que en las manifestaciones se diga "con rotundidad 'No a la guerra'".
Agenda feminista en el Gobierno
Lo cierto es que el actual Gobierno de España, encabezado por el presidente Pedro Sánchez, y que incluye en su interior al Partido Socialista, como socio mayoritario, y a Unidas Podemos, se ha jactado desde su formación en enero de 2019 de ser el Gobierno más feminista de la historia del país.
Así lo atestiguan una batería de medidas que se han puesto en práctica o que se encuentran en desarrollo. Una de las que tuvo mayor repercusión fue la 'ley del solo sí es sí', contra todas las formas de violencia sexuales, que ponía el consentimiento en el centro del debate jurídico y conlleva una reforma del Código Penal ampliamente demandada.
Asimismo, se ha puesto en marcha el Plan Corresponsables que busca elevar el derecho al cuidado al rango y protección de otros Derechos Humanos en el país a través de sistemas integrales de cuidado que promuevan la corresponsabilidad entre hombre y mujeres, Estado, mercado, familias y comunidad.
Esos sistemas incluirán políticas sobre el tiempo, los recursos y los servicios públicos universales que girarán sobre cinco ejes: la creación de bolsas de cuidado profesional que faciliten la conciliación de familias con hijas e hijos menores de 16 años; el fomento del empleo de calidad en el sector del cuidado de niños; la certificación de la experiencia profesional de cuidado no formal; planes de sensibilización; y la creación de mapas que facilite el acceso a la información en materia de cuidados.
El Ministerio de Igualdad está trabajando también en la reforma de la ley del aborto, que introducirá algunas novedades ampliamente demandadas, como que las menores de 16 y 17 años tengan acceso a la interrupción voluntaria del embarazo (IVE) sin consentimiento paterno, que todos los hospitales públicos garanticen la prestación de este derecho o que se prohíba el acoso a las mujeres frente a las clínicas acreditadas para realizar IVE.
Además, en las últimas semanas se ha anunciado que se trabaja en un proyecto para legislar bajas laborales por dolores menstruales o por interrupciones del embarazo.
También parece cerca de solventarse el vacío legal que enfrentaban las trabajadoras del hogar, un colectivo feminizado al 95 %, que no cuentan con prestación por desempleo si pierden su ocupación. El Gobierno ha anunciado que este año se dará cumplimiento al Convenio 189 de la OIT y se proveerá de seguro por desempleo a las trabajadoras domésticas.
In Spain we call it Igualdad
El Gobierno no acudirá como tal a ninguno de los actos convocados, sino que sus integrantes lo harán a través de los partidos políticos a los que pertenecen, como es costumbre.
Sin embargo, como todos los años, el Ministerio de Igualdad sí ha realizado una campaña institucional. Este año se ha llamado 'In Spain we call it igualdad', inspirado en el título de una de las canciones de Rigoberta Bandini.
"El feminismo es, por tanto, no solo una manera de relacionarnos o de estar en el mundo, sino también un proyecto de país, una manera de entender el Estado", se argumenta desde el Ministerio, que dice que el feminismo mejora la vida de todas las personas.