La resolución aprobada por el Pleno del Parlamento Europeo este jueves sobre la situación de los periodistas en México ha encontrado una rápida respuesta por parte del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, que ha recordado a la Asamblea comunitaria que México ya no es "colonia de nadie".
El Parlamento Europeo pidió a las autoridades mexicanas que se garantice la protección de los periodistas y los defensores de los derechos humanos, recordando que se trata del país más peligroso del mundo para los informadores fuera de zonas de guerra, según apuntan organizaciones como Reporteros Sin Fronteras (FRS), y que siete periodistas han sido asesinados en lo que va de este 2022. Según el Europarlamento, en el 95 % de los casos estos crímenes permanecen impunes.
Con 607 votos a favor, dos en contra y 73 abstenciones, el texto resalta que "la situación se ha deteriorado desde las últimas elecciones presidenciales de 2018", muestra preocupación por "la retórica populista del presidente López Obrador en sus conferencias de prensa diarias para denigrar e intimidar a periodistas independientes" y denuncia indicios de que México ha utilizado el programa Pegasus, destinado a la lucha contra el terrorismo, contra periodistas y defensores de derechos humanos.
Asimismo, los eurodiputados critican las reformas constitucionales en marcha de los sistemas electoral y judicial, planteando dudas sobre cómo pueden afectar al Estado de derecho y la seguridad jurídica, y manifiestan inquietud por la propuesta legislativa que propone limitar la participación de ONG con financiación extranjera.
Críticas a la injerencia
La respuesta del Gobierno de México ha llegado menos de 24 horas después, lamentando que los diputados del Parlamento Europeo "se sumen como borregos a la estrategia reaccionaria y golpista del grupo corrupto que se opone a la Cuarta Transformación", el objetivo de López Obrador de realizar un cambio histórico en el país durante su sexenio.
El comunicado oficial afirma que México "ha dejado de ser tierra de conquista", sostiene que "se respeta la libertad de expresión y el trabajo de los periodistas" y que el Estado no viola los derechos humanos "como sucedía en gobiernos anteriores", cuando los europarlamentarios "guardaron silencio cómplice".
También define a México como un país pacifista, que no envían armas a ningún país bajo ninguna circunstancia, como sí lo están haciendo ahora los países europeos.
"No olviden que ya no somos colonia de nadie. México es un país libre, independiente y soberano", concluye la nota, en la que se pide que los países de la Unión Europea "dejen atrás su manía injerencista disfrazada de buenas intenciones".