Frente a una reciente ola de contagios, China retoma medidas contra el covid-19 como el confinamiento de una ciudad y el cierre de escuelas, manteniendo su política de tolerancia cero frente a la pandemia. Desde que comenzó el nuevo brote, a finales de la semana pasada, solo en la provincia de Jilin se reportaron más de 1.100 casos, y este viernes fueron detectadas 397 transmisiones locales, según AP.
Las autoridades sanitarias ordenaron este viernes el cierre de la ciudad de Changchun, capital de la citada provincia, informa la agencia Xinhua. Jilin reportó esta jornada 526 casos confirmados, algunos de transmisión comunitaria. Con el cierre quedarán confinados millones de habitantes. Mientras esté en vigor la medida se permitirá que una persona de cada familia salga a comprar productos de primera necesidad cada 2 días.
Todas las empresas y tiendas de la ciudad permanecerán cerradas temporalmente, excepto aquellas que brindan servicios públicos esenciales, como supermercados, farmacias e instituciones médicas. El transporte público y las clases quedaron suspendidos y se ordenó a todos los empleados del Gobierno que trabajen de forma remota, con excepción de los profesionales que hacen frente a la pandemia.
Otra medida anunciada este viernes, por primera vez por parte de las autoridades chinas, sería el uso de pruebas rápidas de antígenos.