El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenber, declaró este martes en una conferencia de prensa que la operación militar especial de Rusia en Ucrania ha dado paso a una "nueva realidad de seguridad", por lo que se requieren "grandes aumentos en la inversión" para fortalecer la presencia de la alianza en Europa.
"Ahora hay cientos de miles de efectivos en alerta máxima", dijo Stoltenberg, refiriéndose a los 100.000 militares estadounidenses que actualmente se encuentran desplegados en territorio europeo y a los sistemas de defensa antiaérea Patriot que están en camino a Polonia desde EE.UU.
Todo esto, dijo, envía un "mensaje inequívoco", y es que "un ataque a un aliado se encontrará con una respuesta decisiva de toda la alianza".
Stoltenberg subrayó que la OTAN también estará en pie de guerra en el futuro, y que sus 30 Estados miembros tomarán medidas concretas para reforzar su seguridad "a largo plazo, en todos los dominios".
Ello, según Stoltenberg, implicaría incrementar "sustancialmente" las tropas en Europa del Este, junto con equipos preposicionados, lo que presumiblemente significa misiles y baterías de artillería.
La alianza también realizará "más y más ejercicios a gran escala", agregó Stoltenberg.
La OTAN ha declarado repetidamente que no pretende intervenir de forma directa en el conflicto entre Rusia y Ucrania, pues eso podría desencadenar una tercera guerra mundial. Hasta ahora, la alianza se ha resistido a los llamados para implementar una zona de exclusión aérea sobre Ucrania, pero ha insistido en que cualquier ataque en suelo de la OTAN desataría una enorme respuesta militar.