Brasil habría buscado la ayuda de Rusia para desarrollar su primer submarino de propulsión nuclear
Brasil habría buscado la ayuda de Rusia para desarrollar su primer submarino de propulsión nuclear, según informa Folha de S. Paulo citando fuentes en el Ministerio de Asuntos Exteriores del país latinoamericano.
El medio indica que, si bien no existe ningún documento oficial que confirme esta información ni ninguna de las partes se ha pronunciado de manera oficial al respecto, Brasilia tiene intención de llevar a cabo un "discreto intento de mantener el negocio", aunque de momento este es muy "incierto".
Asimismo, señala que Brasil lleva años tratando de desarrollar su propio submarino nuclear. Dada la negativa de EE.UU. de ayudar al país a completar dicho proyecto, en 2018 decidió dirigirse a Rusia, la segunda potencia más grande en este campo.
Visita de Bolsonaro a Moscú
Cuando Jair Bolsonaro se convirtió en presidente de la nación en enero de 2019, las conversaciones iniciales con Rusia se paralizaron, pero se reanudaron en 2020, lo que derivó en la visita de mandatario latinoamericano a Moscú que tuvo lugar el pasado mes de febrero.
Bento Alburquerque, ministro de Minas y Energía de Brasil, detalló que habló con la empresa estatal rusa de energía atómica Rosatom sobre su participación en la central nuclear de Angra 3, en el estado de Río de Janeiro, que el Gobierno planea que esté finalizada para 2026.
Sin embargo, el político no mencionó nada en relación con el tema de los submarinos. En cambio, durante un encuentro posterior con empresarios, Bolsonaro afirmó que entre los temas tratados en su visita a Moscú se hallaba la propulsión de un submarino nuclear propio.
Programa nuclear de la Marina de Brasil
La Marina de Brasil dispone de un programa nuclear desde 1979. A pesar de dominar tecnologías cruciales como el ciclo completo de combustible para ser utilizado en reactores y de contar desde 2009 con un programa de construcción de submarinos propulsados por ese tipo de energía, las fuerzas navales brasileñas enfrentan dificultades técnicas.
Una de ellas tiene que ver con la certificación del combustible que se utilizaría para dichos submarinos, ya que para que funcione la turbina del motor, el combustible de uranio debe tener un enriquecimiento del 20 %.
Otra cuestión es que en 2021 la Marina brasileña comenzó a probar un motor impulsado por un reactor nuclear dentro de un gran cilindro metálico que simula las condiciones submarinas, un paso en el que la amplia experiencia rusa podría ser útil, ya que Moscú opera 28 buques con ese tipo de propulsión.
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