La Antártida bate récords "imposibles" de calor con 40 grados por encima de la norma

"La climatología antártica ha sido reescrita", afirma el periodista y climatólogo Stefano Di Battista.

La Antártida, el lugar más frío de nuestro planeta, se ha hecho hueco este mes en la historia de la meteorología con registros récord de temperatura de hasta 40 grados Celsius por encima de la norma.

"Este evento no tiene precedentes y cambió nuestras expectativas sobre el sistema climático antártico", admite Jonathan Wille, meteorólogo polar en la Universidad Grenoble Alpes (Francia) en un correo electrónico enviado a The Washington Post. "Partes del este de la Antártida han visto temperaturas que rondan los 40 grados Celsius por encima de lo normal durante tres días y seguimos contando", sostiene.

Wille comparó este evento con la ola de calor de junio en el noroeste del Pacífico, que habría sido "prácticamente imposible" sin el cambio climático causado por el hombre, según concluyeron los científicos.

En lugar de -45 o -51 grados Celsius, las temperaturas en la Antártida se han situado estos días en torno a los -18-12 grados Celsius, cifras extremas para los estándares antárticos.

Vostok, un observatorio meteorológico ruso ubicado en el centro de la capa de hielo oriental de la Antártida, es famoso por haber registrado la temperatura más baja jamás observada en la Tierra: -89,2 grados Celsius, establecida el 21 de julio de 1983. Si allí la temperatura máxima de promedio en marzo es de unos -53 grados Celsius, este viernes subió hasta -17,7 grados centígrados, la más alta desde que se iniciaron los registros hace 65 años.

Mientras, la estación de investigación Concordia de la Antártida oriental, operada por Francia e Italia, alcanzó -12,2 grados centígrados, su temperatura más alta jamás registrada.

"La climatología antártica ha sido reescrita", tuiteó el periodista y climatólogo Stefano Di Battista. Según él, tales anomalías de temperatura se habrían considerado "imposibles" hace apenas dos días.

Wille explicó que esta ola de calor fue impulsada por un "río atmosférico extremo", un corredor de vapor de agua en el cielo de la costa este antártica.