Las compañías aéreas extranjeras están gastando 37,5 millones de dólares extra cada semana al verse obligadas a elegir rutas alternativas, anunció este sábado el Ministerio de Transporte de Rusia. La situación se debe a que el Gobierno del país prohibió a las aeronaves de 36 naciones entrar en su espacio aéreo para contraatacar las sanciones occidentales.
Actualmente, aerolíneas de 19 países (EE.UU., Canadá, el Reino Unido, Austria, Bélgica, Alemania, España, Italia, Países Bajos, Francia, Suecia y Suiza, entre otros) que operaban vuelos internacionales pasando por el espacio aéreo de Rusia, tienen que alargar los trayectos por "casi dos horas", según calculó el ministerio, lo que conlleva el aumento de costos, sobre todo, por las cantidades de combustible utilizado.
"Por supuesto, no tuvimos ningún interés en imponer restricciones a las aerolíneas extranjeras. Pero las decisiones de las autoridades aeronáuticas de varios países extranjeros no nos dejaron otra opción, así que, de acuerdo con todas las normas internacionales, tomamos contramedidas", precisó Vitali Savéliev, el ministro de Transporte ruso.