China reafirma su derecho a colocar "las defensas necesarias en su territorio" de las islas artificiales en el mar de la China Meridional

"Es consistente con el derecho internacional e irreprochable que China lo haga", señaló el portavoz de la Cancillería china sobre el reporte de la militarización por parte de Pekín de al menos tres de las islas artificiales que construyó en el disputado archipiélago Spratly.

El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Wang Wenbin, se ha pronunciado este martes acerca de un reporte sobre la militarización total por parte de Pekín de al menos tres de las islas artificiales que el gigante asiático ha construido en el mar de la China Meridional.

De acuerdo a las declaraciones del comandante de las fuerzas estadounidenses en la región Indo-Pacífico, el almirante John Aquilin, esas islas del archipiélago Spratly, una de las regiones más disputadas del mundo, fueron armadas con sistemas de misiles antibuque y antiaéreos, sistemas láser, equipos de interferencia electrónica y aviones de combate.

"Naturalmente, un país soberano tiene derecho a desplegar las instalaciones de defensa necesarias en su propio territorio", aseguró el vocero, agregando que "es consistente con el derecho internacional e irreprochable que China lo haga".

Al mismo tiempo, Wang acusó a Washington de "amenazar gravemente la soberanía y la seguridad de los países ribereños y socavar la buen orden y seguridad de la navegación" en las disputadas aguas. De acuerdo a sus palabras, EE.UU. "ha estado reforzando el despliegue militar alrededor del mar de la China Meridional en los últimos años y con frecuencia ha enviado buques de guerra y aviones militares a gran escala con fines de provocación".

Asimismo, Wang instó al país norteamericano a "desempeñar un papel constructivo en el mantenimiento de la paz y la estabilidad regionales", en vez de "sembrar discordia y exhibir músculo en el mar de la China Meridional".

Disputa territorial y EE.UU.

Pekín ha buscado apuntalar sus reclamaciones territoriales sobre varias islas del mar de la China Meridional mediante la construcción de bases insulares en atolones de coral. EE.UU. no tiene pretensiones territoriales en la región, pero respondió enviando buques y aviones de combate en una denominada misión para promover la libre navegación en las vías marítimas y el espacio aéreo internacionales.

El gigante asiático se opone a cualquier despliegue militar de Washington en la región. Las otras partes de la disputa territorial, Filipinas, Vietnam, Malasia y Brunéi, reclaman todo o parte del mar de la China Meridional, a través del cual pasan al año, aproximadamente, 5.000 millones de dólares en bienes.