Las Fuerzas Armadas de Corea del Sur realizaron este jueves un ejercicio conjunto con fuego real en el que participaron algunos de sus misiles clave en "una demostración de potencia de fuego contra Corea del Norte", según comunicó el Estado Mayor Conjunto surcoreano, citado por Yonhap.
Seúl detalló que sus militares dispararon misiles desde tierra, mar y aire desde los alrededores del mar de Japón horas después de que Pionyang lanzara un supuesto misil balístico intercontinental al mar. Se indicó que los activos movilizados fueron un misil tierra-tierra Hyunmoo-2, un misil del Sistema de Misiles Tácticos del Ejército (ATACMS), así como un misil barco-tierra Haesung-II y dos misiles aire-superficie JDAM.
Previamente, el Estado Mayor Conjunto surcoreano comunicó que un proyectil fue lanzado este jueves desde el territorio del país vecino hacia el mar de Japón, especificando que probablemente se trata del nuevo modelo de misil Hwasong-17. Precisaron que se lanzó del aeródromo Pionyang Sunan, cerca de la capital norcoreana, y en un ángulo superior al normal.
Reacciones
El presidente saliente de Corea del Sur, Moon Jae-in, condenó el lanzamiento durante una reunión del Consejo de Seguridad Nacional, informó la oficina presidencial. Subrayó que el líder norcoreano, Kim Jong-un, rompió una "moratoria autoimpuesta sobre las pruebas de misiles balísticos intercontinentales, provocando amenazas a la península de Corea y a la sociedad internacional, al tiempo que viola claramente las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU".
Por su parte, el equipo de transición del mandatario electo surcoreano, Yoon Suk-yeol, condenó enérgicamente la prueba de Pionyang, calificándola de "una grave provocación" que amenaza la seguridad del país. El equipo insistió en la necesidad de "tratar con firmeza" a Corea del Norte, colaborando con la comunidad internacional sobre la base de la cooperación entre Seúl y Washington.
Mientras, el primer ministro japonés, Fumio Kishida, tachó la prueba de Corea del Norte de "imprudente" e "inaceptable", informa Kyodo. El jefe del Gobierno nipón, de visita en Bruselas para una cumbre del G7, dijo que quiere confirmar la coordinación entre los miembros del grupo para responder a los repetidos lanzamientos de misiles balísticos de Pionyang.
China, por su parte, insistió en la necesidad del diálogo para buscar la paz y la estabilidad en la península coreana. "Todas las partes implicadas" deben "centrarse en la situación general de la paz y la estabilidad en la península" y "trabajar juntas para avanzar en el proceso de solución política" de la cuestión, declaró el portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Wang Wenbin.
EE.UU. también calificó la prueba de "violación descarada" de múltiples resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU. "Instamos a todos los países a responsabilizar a Corea del Norte de tales violaciones", afirmó la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, en un comunicado. "Llamamos a la República Popular Democrática de Corea a sentarse a la mesa para negociaciones serias", agregó.