El secretario del Consejo de Seguridad de Rusia, Nikolái Pátrushev, declaró este lunes que la crisis en Ucrania es una de las consecuencias de la política "desconsiderada y sangrienta" de EE.UU. con la que busca "reprimir Estados independientes".
El propósito de esta política que Washington ha llevado a cabo en los últimos años radica en "satisfacer sus propios intereses geopolíticos y financieros", al tratar de "socavar el orden mundial posterior a la Segunda Guerra Mundial, así como el sistema de la ONU", aseveró Pátrushev en una reunión con el jefe de la Dirección General de Seguridad Exterior de Argelia, Noureddine Macri.
Hegemonía mundial a toda costa
Asimismo, declaró que la aparición de nuevos centros de poder y de desarrollo mundial se halla detrás del descontento del país norteamericano, que "pretendía mantener su hegemonía en los asuntos mundiales por cualquier medio". "Como sabemos por la historia, los estadounidenses siempre han desencadenado guerras en otras regiones del planeta para lograr este objetivo", dijo.
En ese contexto, recordó las guerras de Yugoslavia, Irak y Afganistán, donde las acciones de la OTAN causaron la muerte de "cientos de miles de personas" y generaron "millones desplazados" al destruir "despiadadamente zonas residenciales". Asimismo, reiteró que Rusia no está bombardeando ciudades ni objetivos civiles, destruyendo solo infraestructura militar, y descartó que busque derrocar al Gobierno actual de Ucrania.
El secretario de Seguridad Nacional también culpó a Washington de "socavar el sistema de control internacional de armas" y de poner en peligro a seguridad de todo el planeta "a pesar de todos los esfuerzos diplomáticos de Rusia". En este sentido, denunció que EE.UU. ha destruido "los mecanismos de los tratados sobre defensa antimisiles, fuerzas armadas convencionales en Europa, misiles de alcance intermedio y de menor alcance y de cielos abiertos".
Actividades biológicas militares de EE.UU.
Paralelamente, Pátrushev señaló que Washington ha obligado a los países de la Unión Europea a sumarse a las sanciones contra Moscú "a costa de sus intereses", con lo que pretende "debilitar" a Europa y crear una ventaja para el desarrollo de su economía. "El ejemplo más odioso y trágico de las políticas destructivas de Washington fue Ucrania", aseveró.
En cuanto a los laboratorios biológicos de EE.UU. en el territorio ucraniano, aseguró que luego de divulgar las pruebas sobre sus actividades biológicas militares que Moscú está terminando de recopilar, todo el mundo se dará cuenta de que Washington "se ha convertido en un 'digno' continuador de las tradiciones del Tercer Reich, donde se practicaban experimentos inhumanos con personas".