El secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, aseguró a Israel que su país está "comprometido" a evitar que Irán posea armas atómicas. Así lo afirmó ante la posible renovación del acuerdo nuclear con Teherán.
"Ambos estamos comprometidos, ambos estamos decididos, a que Irán nunca obtenga un arma nuclear", dijo el alto cargo en una conferencia de prensa, el domingo, con el ministro de Relaciones Exteriores de Israel, Yair Lapid. "Cuando se trata del elemento más importante, estamos de acuerdo", destacó.
Los comentarios de Blinken se produjeron poco antes de una reunión con cuatro ministros de Relaciones Exteriores árabes, en una cumbre extraordinaria organizada por el primer ministro de Israel, Naftali Bennett, en medio de preocupaciones de los Estados del Golfo en torno a la posible reactivación del acuerdo nuclear con Irán, conocido como Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA, por sus siglas en inglés).
Según las declaraciones del diplomático, la administración del presidente estadounidense, Joe Biden, cree que "el regreso a la implementación total" del pacto es "la mejor manera de volver a poner a Irán en la caja en la que estaba" hasta que en 2018 el entonces presidente Donald Trump anunció que su país abandonaba el JCPOA.
A inicios de febrero de 2022, la administración Biden levantó parcialmente las sanciones contra Irán para retomar las negociaciones, con el propósito de alcanzar los puntos propuestos en el acuerdo nuclear de 2015.
Mientras, el Gobierno israelí se ha opuesto firmemente a los términos para revivir dicho acuerdo, argumentando que su reactivación es insuficiente para frenar la amenaza iraní.
Lapid dijo que Washington e Israel no están de acuerdo sobre cómo abordar el programa y sus consecuencias; sin embargo, destacó que ambas partes mantienen un "diálogo abierto y honesto" y seguirán trabajando "juntos para evitar un Irán nuclear".
En 2015, Irán, EE.UU., Rusia, China, Reino Unido, Francia y Alemania firmaron el pacto JCPOA, que fijó limitaciones al programa nuclear de Teherán a cambio del levantamiento de las medidas de castigo. Tres años después, Donald Trump abandonó el tratado e impuso de nuevo sanciones económicas contra la república islámica.