El diputado Daniel Silveira, aliado del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, se encuentra atrincherado en el Congreso desde el martes por la noche, cuando se negó a obedecer una orden judicial para colocarse una tobillera electrónica, en el marco de un proceso abierto por incitar actos antidemocráticos y atacar a las instituciones.
Silveira, de 39 años, abandonó el Cuerpo de Policía en 2018 para disputar un cargo en la Cámara de Diputados, donde fue electo.
Pero en febrero 2021, fue detenido por divulgar videos en los que hacía apología del Acta Institucional 5 (AI-5), un decreto emitido en 1968 durante la dictadura militar y considerado uno de los más represivos, y defendía el cierre del Supremo Tribunal Federal (STF).
El diputado fue puesto en libertad provisional el pasado mes de noviembre, con la condición de que se abstuviera de comunicarse con otras personas investigadas en el caso y se mantuviera alejado de las redes sociales.
Sin embargo, tras un pedido de la Fiscalía, que denuncia que el diputado aprovecha sus apariciones públicas para atacar al STF y a sus miembros, el juez Alexandre de Moraes determinó que se le instalase de forma inmediata la tobillera para vigilarle.
"No lo acepto"
"No lo cumpliré porque no lo acepto. La orden es ilegal y no la aceptaré. No lo acepto en absoluto, bajo ninguna circunstancia", reiteró.
El diputado Luiz Lima, entre otros, mostró su apoyo a Silveira y publicó en las redes esta mañana un foto tomándose un café.
"El ministro Alexandre de Moraes, del STF, continúa tomando decisiones inconstitucionales contra la sociedad al sancionar a Daniel Silveira, diputado federal elegido democráticamente", escribió la diputada Carla Zambelli en su Twitter.
También congresistas de la poderosa bancada evangélica estuvieron con Silveira en su gabinete en el Congreso y rezaron junto a él.
En medio de esta polémica, el presidente de STF, Luiz Fux, fijó este miércoles para el 20 de abril el juicio contra el diputado.