Román Gríbov, uno de los integrantes de la Guardia Fronteriza e Infantería de Marina de Ucrania asentados en la Isla de las Serpientes (isla Zmeíny), en el mar Negro, a quienes las autoridades de Kiev dieron por muertos más de un mes atrás, regresó a casa sano y salvo, informaron este martes medios locales.
El regreso del militar ucraniano se produce semanas después que el presidente de Ucrania, Vladímir Zelenski, anunciara el pasado 24 de febrero que todos los defensores de la Isla de las Serpientes —entre ellos Gríbov— murieron en combate contra las fuerzas rusas y prometiera otorgarles el título póstumo de héroes de Ucrania.
Medios ucranianos y occidentales se hicieron en seguida eco de aquella noticia y acusaron a Rusia de perpetrar un ataque contra los efectivos ucranianos, que, según se afirmaba en aquel entonces, antes de morir contactaron con un buque militar ruso y dijeron a su tripulación que se fuera "a la mierda".
"Buque ruso, vete a la mierda: las últimas palabras de los guardias fronterizos de Ucrania que defendían la Isla de las Serpientes —a tan solo 40 millas de la frontera con Rumanía en el mar Negro—, antes de que la Armada del Kremlin abriera fuego y matara a los 13 cuando se negaron a rendirse", sostuvo un titular publicado por el tabloide británico The Daily Mail.
"'Vete a la mierda', dicen los soldados ucranianos en la Isla de las Serpientes antes de ser asesinados", afirmó el titular de Politico.
"Los soldados ucranianos dijeron a un oficial ruso que 'se vaya a la mierda' antes de morir en la isla", escribió The Guardian el pasado 25 de febrero.
Varios días después, sin embargo, la propia Ucrania reconoció oficialmente que sus militares estaban vivos y habían sido tomados como prisioneros por las fuerzas rusas. Asimismo, los propios guardias fronterizos confirmaron que no habían contactado con ningún barco ruso.
Entretanto, Gríbov, considerado el autor de la frase insistentemente reproducida en los medios, recibió este martes una medalla al mérito y agradeció a los ucranianos por su apoyo.
No obstante, la 'resurrección' del militar ucraniano no parece haber creado ninguna disonancia cognitiva en el medio británico que, imposibilitado ahora de darlos nuevamente por muertos, en un nuevo artículo definió la experiencia de los guardias, que "sobrevivieron milagrosamente", como una "muerte casi segura".
"El soldado ucraniano que dijo la famosa frase al buque ruso para que 'se vaya a la mierda' en el primer día de la invasión recibe una medalla al ser liberado durante un intercambio de prisioneros", informa The Daily Mail.
Si bien el tabloide británico publicó otros artículos en los que admitió que los militares ucranianos no fallecieron en combate, no actualizó su publicación original para desmentir las acusaciones.
Tampoco aparece actualizado el texto del artículo original de Politico, la primera frase del cual sigue afirmando lo siguiente: "Las fuerzas rusas mataron a todos los soldados que estaban defendiendo la isla Zmeíny, también conocida como Isla de las Serpientes, en el mar Negro".
Si bien The Guardian reconoció el pasado 27 de febrero que los guardias de la isla ucraniana "podrían estar vivos", tampoco cambió el artículo original donde afirmó que "13 guardias fronterizos murieron en un bombardeo aéreo y marítimo".